EUROPA
PRESS
17 enero
2024
El
impacto emocional y en la calidad de vida de los pacientes con rosácea
Un aspecto relevante sobre la rosácea
es el reconocimiento del impacto emocional y en la calidad de vida que esta
enfermedad tiene sobre los pacientes. Y es que, a menudo, la rosácea no solo
afecta físicamente a la piel, sino también impacta emocionalmente en el
bienestar de quienes la padecen.
Así lo afirma en una entrevista con Infosalus
la doctora Luisa Martos Cabrera, dermatóloga del Hospital Universitario La
Princesa de Madrid, quien detalla concretamente que este impacto emocional se
traduce en:
•
Afecta a la autoestima: El enrojecimiento facial y las
lesiones cutáneas pueden tener un impacto significativo en la autoestima y en
la confianza en uno mismo.
•
Genera estrés y ansiedad: La preocupación por el aspecto
físico y la posibilidad de experimentar brotes impredecibles pueden generar
estrés y ansiedad.
•
Genera aislamiento social: Algunas personas pueden evitar
situaciones sociales o públicas debido al temor al juicio, o a las miradas de
los demás.
"Por lo tanto, se debe crear conciencia sobre la
enfermedad para ayudar a reducir el estigma asociado con las afecciones
cutáneas visibles. Es importante brindar apoyo, comprensión
y educación sobre la rosácea, no sólo desde una perspectiva médica, sino
también desde el aspecto emocional, y para mejorar la calidad de vida de las
personas afectadas", añade esta dermatóloga.
Recuerda en este punto que la rosácea es una patología de la
piel, muy común especialmente en mujeres de piel clara, y entre los 30 y los 50
años de edad. "Se caracteriza por un enrojecimiento persistente en áreas
como la nariz, las mejillas, la frente, y la barbilla (fundamentalmente en la
cara)", aclara la especialista del Hospital La Princesa.
Se desconoce cuáles puede ser sus causas
La etiología (causa) exacta de la rosácea aún no se
comprende completamente, tal y como prosigue, si bien cree que involucra una
combinación de factores genéticos, ambientales, vasculares, inmunológicos, y microbianos
(multifactorial). Además, indica que la razón exacta por la cual la rosácea es
más común en mujeres aún no está clara, aunque hay varios factores que
interactuarían de forma compleja y que podrían contribuir a esta diferencia de
género:
•
Hormonas: Se ha sugerido que las hormonas pueden desempeñar
un papel en la rosácea, ya que en muchos casos tienden a empeorar durante
ciertos periodos hormonales, como el embarazo o la menopausia.
•
Productos cosméticos y cuidado de la piel: Las mujeres
tienden a utilizar más productos cosméticos y de cuidado de la piel que los
hombres; algunos de estos pueden contener ingredientes que irriten la piel y
desencadenen los síntomas de la rosácea.
•
Mayor conciencia y búsqueda de tratamiento: Es posible que
las mujeres sean más propensas a buscar atención médica para tratar la rosácea
en comparación con los hombres, lo que podría contribuir a la aparente mayor
incidencia en mujeres.
•
Factores psicológicos y estrés: El estrés y los factores
emocionales pueden desencadenar o empeorar los síntomas de la rosácea, y
algunas investigaciones sugieren que las mujeres pueden experimentar niveles de
estrés más altos en ciertos contextos sociales, lo que podría influir en la
aparición de la enfermedad.
El diagnóstico de la rosácea generalmente se realiza
mediante la evaluación clínica por un dermatólogo, afirma la doctora Martos, si
bien aclara que no existe una prueba específica para diagnosticar la rosácea,
por lo que el médico se basará en la historia clínica del paciente y en los signos
y síntomas observados.
Por qué puede empeorar la rosácea
Ahora bien, con todo ello, esta especialista del Hospital
Universitario La Princesa alerta de que la rosácea puede empeorar debido a una
combinación de factores desencadenantes que pueden exacerbar los síntomas en
las personas que la padecen. "Estos desencadenantes varían de una persona
a otra, pero algunos de los factores más comunes que pueden empeorar la rosácea
incluyen", tal y como detalla:
•
Exposición al sol: La radiación solar directa y el calor
pueden desencadenar o empeorar el enrojecimiento facial y los síntomas de la
rosácea; se recomienda el uso de protector solar y la limitación de la
exposición al sol.
•
Clima extremo: El viento fuerte, el frío intenso, la humedad
excesiva, o los cambios bruscos de temperatura pueden irritar la piel y
desencadenar brotes de rosácea.
•
Alimentos y bebidas: Ciertos alimentos y bebidas, como
alimentos picantes, bebidas calientes (café, té), alcohol, comidas muy
condimentadas, o el consumo de alimentos ácidos, pueden provocar un
enrojecimiento y aumento de los síntomas en algunas personas.
•
Estrés emocional: El estrés, la ansiedad, y las emociones
intensas pueden desencadenar brotes, o empeorar los síntomas de la rosácea en
algunas personas.
•
Productos para el cuidado de la piel: El uso de productos
cosméticos, limpiadores agresivos, exfoliantes, o productos con ingredientes
irritantes puede irritar la piel y desencadenar la rosácea.
•
Cambios hormonales: Los cambios hormonales asociados con el
embarazo, la menopausia, o el uso de anticonceptivos pueden desencadenar brotes
en algunas mujeres.
•
Medicamentos: Algunos medicamentos, como ciertos esteroides
tópicos, pueden empeorar los síntomas de la rosácea como efecto secundario.
•
Demodex folliculorum:
Se ha sugerido que una mayor proliferación de este ácaro en los folículos
pilosos podría empeorar los síntomas de la rosácea en algunas personas.
Con ello, defiende esta profesional que es importante
identificar y evitar estos desencadenantes personales para controlar los síntomas
de la rosácea: "Mantener un diario de los factores que desencadenan los
brotes puede ser útil para determinar los desencadenantes individuales y
minimizar su impacto en la condición cutánea".
Consejos para el cuidado de la piel con rosácea
En última instancia, sostiene la doctora Martos que el
cuidado de la piel con rosácea es fundamental para controlar y minimizar los
síntomas; siendo algunos consejos útiles para el cuidado diario de la piel con
rosácea los siguientes:
•
Usa productos suaves: Opta por limpiadores suaves y sin
fragancia, especialmente formulados para pieles sensibles; evita los productos
que contengan alcohol, aceites esenciales, fragancias fuertes, o ingredientes
irritantes.
•
Hidratación adecuada: Aplica regularmente una crema hidratante
suave y no comedogénica para mantener la piel bien hidratada; esto puede ayudar
a reducir la sequedad y la irritación.
•
Protección solar: Utiliza protector solar todos los días con
un FPS alto (factor de protección solar) y protección UVA/UVB para proteger tu
piel de los daños causados por el sol, que pueden empeorar la rosácea.
•
Evita factores desencadenantes: Identifica y evita los
desencadenantes personales que empeoran los síntomas de la rosácea, como la
exposición al sol, el estrés, ciertos alimentos y bebidas, productos irritantes
para la piel; así como los cambios bruscos de temperatura.
•
Aplica maquillaje con cuidado: Si usas maquillaje elige
productos suaves y no comedogénicos; busca el especialmente formulado para
pieles sensibles y con rosácea; asegúrate de retirar el maquillaje suavemente
al final del día.
•
Evita frotar la piel: Sé suave al lavar y secar tu rostro;
evita frotar o tallar vigorosamente la piel, ya que esto puede irritarla y
empeorar los síntomas.
•
Consulta a un dermatólogo: Un dermatólogo proporciona
recomendaciones específicas de cuidado de la piel, y opciones de tratamiento
adaptadas a las necesidades individuales.