EUROPA
PRESS
2 julio
2024
¿Conoces
a Demodex? Así es el ácaro que vive en tu piel y se
alimenta de ella
Demodex es un ácaro
que vive en los folículos sebáceos, es decir, en los poros y en las pestañas de
la cara. Se alimenta de los desechos y de la grasa que produce nuestra glándula
sebácea. Está en la piel de casi todas las personas, en pequeña cantidad,
formando parte de su microbioma.
Sin embargo, según afirma la doctora Andrea Huerta-Vena,
dermatóloga especializada en láser y cicatrices de Hospital Ruber Internacional
y Clínica Dermatológica Internacional (CDI) de Madrid, cuando el ácaro aparece
en gran cantidad en la piel se asocia con diversas patologías (inflamación
tanto de la piel como de las mucosas).
"Un exceso de demodex está
asociado con ciertas patologías inflamatorias de la piel y de los párpados,
como por ejemplo la rosácea, la espinulosis facial,
la blefaritis, o el ojo seco, entre otras", aclara esta experta.
De hecho, destaca que, por ejemplo, está implicado en el
desarrollo de la rosácea, una patología dermatológica
en la que la función del folículo sebáceo está alterada, y esto conlleva a un
sobrecrecimiento de demodex, que deriva en
inflamación y en un empeoramiento de la función de la glándula sebácea.
"Todo esto se convierte en un círculo vicioso si no lo tratamos
adecuadamente", asevera la especialista de la Clínica CDI.
¿Se puede contagiar de una piel a otra?
Aquí señala la doctora Huerta-Vena que el ácaro demodex no se contagia como tal, sino que puede formar
parte de la flora habitual de algunos animales, pero sobre todo en humanos. Es
más, apunta que "es el ectoparásito permanente más frecuente".
Su 'contagio', tal y como prosigue esta dermatóloga de Ruber
Internacional, hospital adscrito al grupo Quirónsalud,
puede darse a través del contacto piel con piel y diversos fómites (toallas,
ropa, por ejemplo; es decir, objetos inanimados que pueden transmitir
infecciones por estar contaminados de microorganismos).
Ahora bien, sí remarca esta especialista que no en todas las
personas se desarrollará una gran infestación, sino que tan sólo se quedará en
aquellas pieles que sean más "apetecibles"; "normalmente pieles
grasas, ya que el ácaro se alimenta de ella".
Con ello, resalta esta experta de la Clínica Dermatológica
Internacional que sí que es frecuente y, de hecho, subraya que en los últimos
años estamos viendo un gran aumento de su incidencia, "quizá por las
tendencias cosméticas actuales (el abuso de cosméticos puede desencadenar su
sobrecrecimiento)".
No obstante, sí indica que hay algunos factores
predisponentes, entre los que se encontrarían:
•
Pieles con tendencia grasa.
•
Personas que abusan del maquillaje o cosméticos.
•
Pieles con rutinas de limpieza inadecuadas.
•
Tratamiento con corticoides previos.
Cómo podemos sospechar de su presencia
Así, la doctora Andrea Huerta-Vena, dermatóloga
especializada en láser y cicatrices de Hospital Ruber Internacional y de la
Clínica Dermatológica Internacional (CDI) de Madrid, alerta de que debemos
tener en cuenta los siguientes aspectos a la hora de sospechar de ella:
•
Pieles muy reactivas, que a la mínima se ponen rojas y se
sienten irritadas.
•
Tacto áspero, al pasar la mano tenemos la sensación de que
es una lija.
•
Granitos frecuentes.
•
Inflamación alrededor de los ojos y ojo seco.
"Es muy importante realizar una correcta limpieza
facial diaria, y una o dos veces en semana realizar una exfoliación física
adecuada (que no irrite, pero que sea capaz de eliminar los ácaros y el exceso
de grasa). También es importante no hidratar la piel en exceso (si no hay algún
problema de función barrera, no debemos excedernos con la hidratación)",
sostiene esta dermatóloga.
¿Debemos eliminarlo de nuestra piel? ¿cómo se hace?
En último lugar, esta especialista mantiene que lo más
importante es acudir al dermatólogo en caso de presentar alguna de las
características comentadas: "Hoy en día hay disponibles fármacos
antiparasitarios tópicos y orales para combatir demodex.
Además, será necesario instaurar una adecuada rutina cosmética para evitar que
el ácaro vuelva a crecer".
Tal y como reconoce, se suele diagnosticar la presencia del
ácaro a simple vista, puesto que vive alojado con la cabeza en el folículo,
pero deja la ‘colita’ en el exterior: "Vemos un exceso de
‘espinitas’ blancas en las pieles que tienen el ácaro en gran
cantidad".