EUROPA
PRESS
22 septiembre
2023
¿Qué
hacemos con las pecas que nos han salido en verano?
¿A quién no le salen pequitas en la
cara después del verano? Suelen ser bastante frecuentes, especialmente en
personas de piel clara, y salen tras una exposición a la luz solar, más
habitual en verano. ¿Conviene quitárnoslas? ¿Cómo se van? ¿Son peligrosas?
Entrevistamos en Infosalus al
doctor David Revilla, dermatólogo de la Clínica Dermatológica Internacional de
Madrid, quien subraya que estas pecas o "efélides" se producen por un
daño en la piel provocado por la radiación ultravioleta solar que hace que
aumente el tamaño de las células de que dan pigmento a nuestra piel.
"Estas células son los melanocitos. Los melanocitos
producen la melanina que nos protege de la radiación solar. En las pecas lo que
vemos es un aumento de melanocitos y de melanina de forma parcheada. Es como
ponerse moreno a cachos", explica este especialista.
Es un daño solar
Salen más en verano por la misma razón que por la que nos
ponemos morenos en esta época del año, fruto como hemos contado de esa
exposición solar típica en estos meses de sol, indica el doctor Revilla.
"Y es normal que en gran parte desaparezcan en invierno igual que
desaparece el bronceado del verano. Las que no desaparecen normalmente es
porque no son pecas", advierte.
Las pecas son más frecuentes en personas que tengan la piel
clara y salen normalmente en zonas muy expuestas al sol, como puede ser la
cara, apunta el experto de Clínica Dermatológica Internacional. Es más, indica
que es habitual verlas en las mejillas, que es donde habitualmente nos
quemamos.
"Pueden empezar a salir de que somos pequeños. Existe
cierta predisposición genética por una variación en el gen receptor de la
melanocortina y otros genes. No son malas, pero, si aparecen debemos tener en
cuenta que es una señal de daño solar y eso puede tener repercusiones en la
aparición cáncer de piel en el futuro", avisa este dermatólogo.
Hay que diferenciarlas de los léntigos
solares
Normalmente son pequeñas, de 1 a 3 milímetros, y de color
marrón claro. "Como he dicho desaparecen o clarean. Cuando son más
grandes, no desaparecen, o no clarean, y son de color algo más oscuro, no son
pecas. Son léntigos solares", puntualiza el
doctor Revilla.
desaparecen o clarean. Cuando son más grandes, no
desaparecen, o no clarean, y son de color algo más oscuro, no son pecas. Son léntigos solares", puntualiza el doctor Revilla.
aumento de los melanocitos, y hay un ligero engrosamiento microscópico de la
capa superficial de la piel que, además, está pigmentada también por melanina.
Cuando hay muchos léntigos solares estamos ante un
daño solar crónico importante", aprecia.
La importancia de la prevención
Con todo ello, este especialista de Clínica CDI resalta que
podemos prevenir las pecas y lentigos (y ese daño solar) con un buen
fotoprotector. "Los fotoprotectores más recomendados para una protección
completa y que también controlan más la pigmentación está demostrado
científicamente que son los fotoprotectores minerales o con color (que se hace
con minerales) asociados a antioxidantes", agrega.
Ahora bien, sí especifica este dermatólogo que no debemos
protegernos sólo la zona de la cara con pecas o léntigos
sino todo el cuerpo: "Esto último lo podemos hacer con fotoprotectores minerales
corporales. También podemos asociar a todo esto una buena fotoprotección oral
que no tenga sustancias pigmentantes. Estos
fotoprotectores orales son cápsulas con suplementación de diferentes vitaminas
y otros componentes que nos ayudan a que nuestra piel sea más resistente a la
radiación solar".
En definitiva, este experto no ve necesario, ni cree que
tenga demasiado sentido tampoco, el tratar las pecas, ya que normalmente
desaparecen. "Otra cosa es si hablamos de léntigos
solares que, entonces, sí se pueden tratar. Pero se pueden tratar por motivos
estéticos, ya que malos no son", sostiene.
Por lo tanto, hace hincapié en la importancia de descartar
que sean malos, es decir, que esa mancha no sea un melanoma. "Esto siempre
debe ser realizado por un dermatólogo especializado vía MIR, en consulta. En la
mayoría de las ocasiones es necesaria una valoración con dermatoscopia que se
hará en la misma consulta", añade.
Una vez está hecho este paso y se haya confirmado que son léntigos solares y que nos los queremos quitar, dice el
doctor Revilla que podemos tratarlos de diferentes maneras: quemadura con frío,
láseres ablativos, luz pulsada, o láseres Q-Switched/picosegundos
dirigidos a pigmento. "Los 'peelings' también pueden ser una buena
herramienta. Y todo esto debe ir asociado a una buena fotoprotección y rutina
cosmética con activos renovadores y despigmentantes",
sentencia el dermatólogo de Clínica CDI.