EUROPA
PRESS
8 marzo
2024
¿Es
la obesidad hereditaria?
Las personas tienen seis veces más
probabilidades de vivir con obesidad en la mediana edad si ambos padres
vivieron con obesidad a esa edad, según una nueva investigación que se
presentará en el Congreso Europeo sobre Obesidad (ECO 2024, Venecia, 12-15 de
mayo). Tener uno de los padres con obesidad triplica las probabilidades.
"Investigaciones anteriores muestran una fuerte
asociación entre el estado de obesidad de los padres y de sus hijos, pero pocos
estudios han investigado si esta transmisión intergeneracional de la obesidad
continúa más allá de la adolescencia y hasta la edad adulta" relata la
investigadora principal Mari Mikkelsen, del Departamento de Medicina
Comunitaria de la Universidad Ártica UiT de Noruega.
"Estábamos interesados en cómo se relaciona el IMC de
los padres con el IMC de sus hijos cuando estos ya han entrado en la edad
adulta y han vivido fuera de casa durante mucho tiempo".
Para analizar esta cuestión, Mikkelsen y su equipo utilizaron
datos del Estudio Tromso, un estudio de salud
poblacional en curso. Todas las personas que tenían entre 40 y 59 años cuando
participaron en la séptima oleada del Estudio de Tromso
(realizada en 2015-2016) y cuyos padres participaron en la cuarta oleada del
Estudio de Tromso (1994-1995) cuando tenían entre 40
y 59 años. Se incluyeron 59 años en el análisis, lo que dio como resultado 2.068 tríos de padres e hijos.
El análisis de los datos de altura y peso mostró una fuerte
asociación entre el IMC de los padres en la mediana edad (40-59 años) y el de
sus hijos de la misma edad. El IMC de los hijos aumentó en 0,8 unidades por
cada aumento de 4 unidades (una desviación estándar) en el IMC de la madre y en
0,74 unidades por cada aumento de 3,1 unidades en el IMC del padre. También
hubo fuertes vínculos entre el estado de obesidad de los padres en la mediana
edad y el de sus hijos a la misma edad.
Cuando ambos padres vivían con obesidad (IMC = 30 kg/m 2) en
la mediana edad, sus hijos tenían seis veces más probabilidades de vivir con
obesidad en la mediana edad que los adultos con ambos padres en el rango de
peso normal (IMC 18,5-24,9). kg/m2). Las
probabilidades también aumentaron cuando solo uno de los padres vivía con
obesidad. Cuando solo la madre vivía con obesidad, la descendencia tenía 3,44
veces más probabilidades de vivir con obesidad. El número correspondiente para
los padres fue 3,74. Los resultados se ajustaron por sexo de los hijos y por
edad, educación y nivel de actividad física de los padres y los hijos.
Mikkelsen afirma: "A partir de estudios anteriores
sabemos que varios factores contribuyen al estado de obesidad compartido entre
padres e hijos. Los genes desempeñan un papel importante al afectar nuestra
susceptibilidad al aumento de peso e influyen en cómo respondemos a entornos obesogénicos en los que puede ser fácil comer de forma poco
saludable".
"La obesidad en la infancia, y especialmente en la
adolescencia, tiende a seguir al individuo hasta la edad adulta temprana, por
lo que sospechamos que también lo seguiría hasta la mediana edad. Descubrimos
que este es efectivamente el caso: los niños cuyos padres vivían con obesidad
tienen muchas más probabilidades de vivir con obesidad cuando tienen entre 40 y
50 años, mucho después de haber abandonado el hogar. Nuestros análisis no
pueden establecer si esto se debe a los genes o al medio ambiente, pero lo más
probable es que estemos ante una combinación de ambos. Cualquiera que sea la
explicación, nuestro hallazgo de que la obesidad que se transmite entre
generaciones puede persistir hasta la edad adulta subraya la importancia de
tratar y prevenir la obesidad, una condición que contribuye significativamente
a la mala salud y la muerte prematura".
Asimismo, el trabajo sienta las bases para la investigación
de factores que influyen en la transmisión intergeneracional de la obesidad y
que pueden abordarse para evitar que la descendencia pase toda su vida afectada
por la obesidad.