EL
MUNDO
4 julio
2023
Menopausia,
la segunda pubertad en la que viven 13.406.564 de españolas: "Hay que
desmitificar que es el declive de la mujer"
Virginia Hernández
Todos los expertos consultados, entre
ginecólogos, endocrinólogos, psicólogos y neurocientíficos, coinciden en su
diagnóstico: hay mucha desinformación sobre el climaterio y la menopausia
De repente, viene un sofoco, pero, por favor, que no lo note
nadie en el trabajo.
Noche de insomnio y jornada laboral por delante de ocho
horas desde, pongamos, las siete de la mañana. Ducha, un poco de colorete y en
marcha.
La menopausia, ese proceso por el que ha pasado o va a pasar
la mitad de la población, es todavía un asunto del que se habla entre susurros.
Detrás de un abanico, si acaso se menciona. Porque incluso entre las mujeres
que ya han cumplido los 40 es el elefante en medio de la habitación:
"¿Menopausia? yo no, que todavía soy joven".
Seguro que recuerdas a Drew Barrymore, la niña rubia y con
dos coletas de 'E.T.'. Pues aquella niña ya tiene 48 años y 'salió del armario'
perimenopáusico (la fase anterior a la menopausia,
que por definición es el momento justo 12 meses después de la última regla)
hace poco.
Fue en su lugar de trabajo. En su caso, no estaba en una
reunión rutinaria de presupuestos ni atendiendo a un cliente, sino en directo
ante miles de espectadores en su programa de televisión. Entrevistaba a
Jennifer Aniston y Adam Sandler, paró un momento, se
quitó la americana y soltó: "Creo que me ha dado mi primer sofoco y está
documentado".
Según el INE, en España hay exactamente 13.406.564 de
mujeres entre los 40, la edad en la que pueden empezar los primeros síntomas de
la perimenopausia, y los 84 años, más o menos la esperanza de vida que tienen
las mujeres en nuestro país. 13.406.564 de razones para hablar bien alto del
asunto porque, según coinciden todos los expertos entrevistados para este
especial, todavía hay mucho desconocimiento.
No solo entre las propias mujeres y la población en general,
también entre los médicos que las atienden en consulta y en teoría responden
sus dudas sobre los síntomas y cambios propios de esta nueva etapa vital. Una
especie de segunda pubertad por el baile de hormonas que se produce [en este
gráfico puedes ver todos esos cambios].
"Claro que hay pudor. Todavía la fertilidad enmarca
mucho a la mujer, hay como vestigios lorquianos, de 'Yerma'. Parece que si no
puedes tener hijos ya no eres mujer ni tampoco atractiva", dice Clotilde
Vázquez, jefa de Endocrinología y Nutrición de la Fundación Jiménez Díaz de
Madrid y autora de los libros Klimaterio: historias
de mujeres y hormonas (Letrame) y Con hormonas y a lo
loco (Ed. Vergara).
El diagnóstico para mejorar la situación de esta doctora,
experta en menopausia, es claro. Sin olvidar llamar la atención a la
Administración para que deje de mirar para otro lado sobre cómo se aborda el
climaterio en la sanidad pública: "No pasa nada, el médico valora qué está
pasando y se hace una transición correcta. Ni la vida intelectual, ni la
sexual, ni la apariencia física tienen que cambiar necesariamente si una va
dando los pasos razonables y acompañada. Esto es lo
importante". Pero, añade desde la experiencia de su consulta, "la
sanidad pública tiene que tomar cargo de esta situación. Apelo a que se dé ese
paso, porque va a suponer una gran ayuda para las mujeres".
Antonio Cano es catedrático de Obstetricia y Ginecología de
la Universidad de Valencia y coordinador del grupo de salud de la mujer del
Instituto de Investigación Incliva, perteneciente al
Hospital Clínico de Valencia. Ha participado en el estudio del fezolinetant, el primer fármaco efectivo contra los sofocos
que aprobó recientemente la FDA de EEUU (Food and
Drug Administration, por sus siglas en inglés) y que
se espera que dé luz verde en breve la EMA (la Agencia Europea de Medicamentos)
y que, por tanto, pueda venderse en España.
Cano fue además presidente de la Sociedad Europea de
Menopausia (2019-2022), el primer español en este cargo. Detallamos su
currículo para remarcar esta valoración en negrita y fluorescente: "Las
mujeres no son solo ya la mitad de la población, también son la mitad de la
población laboral, de la intelectual, de los cuadros directivos y hay que
atender la menopausia de la manera adecuada. Tiene que ir calando".
Menciona que un buen número de ginecólogos no están formados y que hay muchos
centros sanitarios en los que no se atiende: "La menopausia solo se trata
en una lección en la facultad de Medicina".
Sandra tiene 52 años. Cuenta que sentía tristeza, no dormía
bien, engordaba y le entraban calores repentinos: "Lo peor de todo es que
no entiendes nada". Patricia tiene 60 años y lleva 10 con síntomas:
"Van y vuelven más fuertes". Rosa tiene solo 36 pero le tocó
menopausia precoz sin ninguna razón médica: "No hay suficiente información
por parte de los profesionales de la salud". El caso de Sonia, de 35 años,
fue un tumor: "Me gustaría volver a sentirme normal".
Las cuatro respondieron a una encuesta que lanzamos en la
cuenta de Instagram de EL MUNDO y sus testimonios, recabados por nuestra
compañera de Redes Sociales Josita García de la Herrán, demuestran que todavía
existe un tabú sobre la menopausia y falta de conocimiento.
"Hay que desmitificar la menopausia como algo negativo,
como que sea el declive de la mujer", afirma Elena Iracheta, psicóloga
clínica y sexóloga de la Unidad de la Mujer del Hospital Ruber Internacional de
Madrid. "Mientras una esté activa no va a haber ningún problema. Es una
nueva etapa. Lo peor es ir en contra y decir 'me niego'. La menopausia no significa
ser vieja. Solo es llegar a una edad madura", añade esta psicóloga sobre
sentimientos habituales.
Los cambios hormonales pueden provocar sobre todo síntomas
físicos, pero también psicológicos, a veces consecuencia de los primeros. Como
no conciliar bien el sueño por la agitación que produce la bajada de estrógenos
y lo que eso supone para el día a día. "Puede haber ansiedad, sobre todo
si ya has sido una persona ansiosa, pero sobre todo insomnio producido
precisamente por los sofocos, que tiene también sus consecuencias a nivel
psicológico", explica Elena Iracheta.
"Hay más posibilidades de depresión si has tenido ya
algún episodio en tu vida, pero si no es verdad que puedes sentir cierta
irritabilidad y menos paciencia, pero es algo transitorio, no se va a
quedar", recuerda para quienes empiezan a experimentarlo.
Otro de los síntomas que padecen algunas mujeres es la
niebla mental, sentirse algo aturdidas y que la cabeza parezca ir más lenta que
de costumbre. Que no salga la palabra más sencilla en una conversación
corriente. ¿Alguna solución a esto? "No hay mejor forma que mantenerse
activa", receta esta psicóloga. "Además de aumentar el ejercicio
físico, sobre todo el de fuerza porque se pierde masa muscular, lee, infórmate,
estudia... Mientras sigas aprendiendo todos los días tu cerebro no va a tener
ningún problema". [Los consejos de tres expertos sobre nutrición,
entrenamiento y gimnasia cerebral para preparar la menopausia]
¿Cuándo sería necesario entonces acudir a un especialista en
salud mental? Porque los datos indican que esta edad coincide con el aumento de
consumo de antidepresivos entre las mujeres en nuestro país, según puede verse
en este gráfico elaborado por Gabriela Galarza. "Cuando ya interfiere en
tu vida, ves que no descansas, que no puedes con tu día a día y tienes síntomas
depresivos. Cuando no puedes ni levantarte de la cama ni cumplir con tu
trabajo, y tienes un mal humor terrible. Pero eso durante la menopausia y en
cualquier otro momento de la vida. No hay que olvidar que la menopausia muchas
veces coincide con el 'síndrome del nido vacío', con que los hijos se hayan ido
de casa o ya no necesiten tanto de sus madres. El 'ya no cuido'. Es que ahora
es el momento de que te cuides tú".
Raquel Marín es neurocientífica y catedrática de Fisiología
en la Universidad de La Laguna. Es autora de los libros 'Pon en forma tu
cerebro', 'Dale vida a tu cerebro' y 'Alimenta el sueño para un cerebro sano',
todos publicados por Roca Editorial. Además, su última investigación es el
proyecto 'Alzheimer en femenino', centrado en el cerebro de las mujeres, menos
estudiado que el de los hombres por las complicaciones que suponen las
oscilaciones hormonales, que encarecen los presupuestos de los experimentos.
Tienen que utilizar ratonas en distintas fases, cosa que no ocurre con sus
homólogos masculinos.
"El estrés postraumático -el que tiene peores
consecuencias- es más frecuente en mujeres y las secuelas son más graves. Hay
estudios que demuestran, todavía con animales de experimentación, que el estrés
postraumático es uno de los riesgos de Alzheimer sobre todo en el sexo
femenino. Porque hombres y mujeres tenemos distintas formas de gestionar el
estrés", relata esta investigadora, que propone varios ejercicios mentales
en este otro reportaje del especial para mantener en forma nuestro cerebro.
En la menopausia, "hay que escucharse y fomentar la
autoestima, entender que somos más propensas al estrés como consecuencia de una
tendencia al perfeccionismo". Además, aconseja "fomentar una vida
social saludable, porque las personas en soledad enferman", y eso empieza,
insiste, por la autoestima: "Muchas mujeres tienen la sensación de que no
son importantes ni sexis porque ya no son útiles desde un punto de vista
reproductor y eso genera un 'bajón' importante. Pero, qué narices, lo que hay
que pensar es que queda todavía media vida por vivir".
13.406.564 de personas entre una población de 48 millones y
con la mitad de la vida por delante. Pues parecen dos buenas razones para
hablar más y mejor sobre la menopausia.