EL
MUNDO
6 junio
2023
Gestos
que alertan de que el paciente oculta información a su médico
Begoña Fernández
Pinzar la nariz con los dedos, meter
los labios hacia dentro o echarse hacia atrás en la silla, entre los más
comunes
Pinzar la nariz con los dedos pulgar e índice, meter los
labios hacia dentro o echarse hacia atrás en la silla a modo de huida son
algunos de los gestos de alerta que los facultativos de urgencias observan en
los pacientes cuando ocultan información sobre su patología o estado general de
salud física o mental.
Saber interpretar el lenguaje corporal y los gestos no
conscientes de un paciente es clave para el personal sanitario, que de esa
forma puede impedir una agresión, detectar una adicción o salvar a una persona
con ideación suicida, y es que el 20% de quienes se quitan la vida han acudido
a la consulta del médico ese mismo día y el 50%, durante esa semana.
En el 33 congreso nacional que la Sociedad Española de
Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) celebra en Madrid del 7 al 9 de
junio, el guardia civil y miembro del grupo de trabajo de Salud Mental de SEMES
Juan Manuel García dará cuenta de estas técnicas en la ponencia Lenguaje
corporal y la importancia de lo no consciente en urgencias: técnicas para
detectar cuando un paciente miente u oculta información sobre su accidente.
García, que admite que su interés en el tema viene del
ámbito policial, aunque es aplicable al sanitario y a muchos otros, subraya que
la técnica no permite saber si el paciente miente o no, pero sí conocer si se
está callando algo o está ocultando información, aclara en una entrevista con
Efe.
A veces, más que mentira hay exageración. Se trata, dice, de
esos pacientes que a su llegada a las urgencias hospitalarias hinchan los
síntomas para ser atendidos con prioridad.
Baja médica o ansiolítico
La motivación del paciente para ocultar información puede
ser muy variada. En ocasiones se hace para conseguir la prescripción de un
medicamento, es frecuente en el caso de ansiolíticos como las benzodiacepinas o
fármacos como el Trankimazin. De hecho, España es
líder en el consumo de ansiolíticos.
Otra motivación para ocultar o exagerar síntomas al
facultativo es que justifique una baja laboral. García comenta que hay
pacientes que confiesan, por ejemplo, que no pueden levantar un brazo al tiempo
que de manera inconsciente generan gestos incompatibles con la patología que
están contando.
Conocer estas técnicas también ayudan al médico ante una
posible agresión, y especialmente permiten reconocer signos de alerta cuando un
paciente no aparenta estar violento y sin embargo está a punto de atacar.
Las agresiones a médicos, tanto físicas como verbales,
batieron un récord histórico en 2022, un 38% más que un año antes, según las
denuncias recogidas por los colegios profesionales.
García considera que reconocer esas señales de alarma
"unos segundos previos" da tiempo de reacción al médico. Generalmente
la persona agresora tiende a ocupar más espacio, eleva la barbilla, saca pecho,
separa los brazos del cuerpo y abre las piernas, en lo que se denomina
expansión corporal.
Parpadeo
Este guardia civil y experto en lenguaje corporal en SEMES
lamenta que estas técnicas no sean conocidas de manera mayoritaria, pese a que
desde hace unos años imparte formación en toda España a profesionales
sanitarios de emergencias.
Explica que cada perfil emocional requiere una técnica y es
muy importante saber escuchar, aunque admite que en las consultas se dispone de
muy poco tiempo y a veces ni siquiera hay contacto visual entre paciente y
médico.
Una técnica muy sencilla es "la escucha activa y
generar parpadeos emocionales". Esto, dice, es demostrar al paciente que
su historia importa, asentir con la cabeza y hacer un parpadeo lento y suave,
justo en el momento en que cuenta algo importante.
Esa técnica permite a la parte no consciente del cerebro
interpretar que al facultativo le importas, y eso provoca que el paciente se
abra y conecte, algo muy importante, advierte, en la detección de ideación
suicida, que así podría prevenirse mejor.