EL
MUNDO
10 febrero
2023
Senos
en los hombres: causas y cómo saber si es ginecomastia o grasa
Marta Villalba
Ante un aumento de las mamas masculino,
se debe acudir a la consulta del especialista para descartar un tumor
cancerígeno y comprobar por qué se ha producido ese agrandamiento tan habitual
en adolescentes y personas mayores.
El engrosamiento de los senos en los hombres puede no
suponer un problema de salud y quedarse en una preocupación estética, pero
otras veces este incremento sí que está motivado por alguna afección grave. En
términos médicos este agrandamiento de los pechos se conoce como ginecomastia.
Y cuando se debe a un exceso de peso responde al nombre de lipomastia
o pseudoginecomastia.
Cuando un varón llega a la consulta de endocrinología por el
aumento del pecho, lo primero que llevan a cabo los médicos es descartar una
enfermedad grave. Cuando este crecimiento excesivo de una mama o de las dos se
debe a la acumulación de grasa no presenta más inconvenientes que los que van
asociados a la obesidad y a la preocupación estética. Entonces, con bajar de
peso, podría revertirse el problema. La otra posibilidad, una ginecomastia, se
debe a un desequilibrio hormonal.
“Primero comprobamos si es una ginecomastia verdadera,
es decir, si ha aumentado el tejido glandular mamario o es lo que llamamos
ginecomastia falsa o lipomastia, que es el depósito
de grasa, que es superfrecuente con la obesidad.
Concretamente, hacemos una exploración palpando el seno y si vemos que se trata
de tejido graso no tiene ningún tratamiento más allá de perder peso”,
explica Macarena Alpañés, endocrinóloga del Hospital
Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid).
La especialista señala que cuando se observa que la
ginecomastia sucede en un solo pecho y no en los dos, el endocrinólogo descarta
que el aumento de seno se deba a un tumor. Esto no suele ser habitual, es algo
raro, pero los hombres también padecen cáncer de mama. “Los que sufren
síndrome de Klinefelter tienen más riesgo de cáncer de mama y en en estos casos sí que estamos siempre un poco más
pendientes”, comenta Alpañés.
La especialista del Hospital Puerta de Hierro subraya que
“lo habitual es que los tumores mamarios cancerígenos aparezcan de forma
brusca y vayan creciendo rápidamente. Y normalmente la masa que vemos está
lejos del pezón, es una masa excéntrica a la areola o el pezón”, detalla Alpañés. En cualquier caso, si con la palpación de las
mamas al médico no le queda claro el origen del incremento del tamaño,
“porque, a veces, no es tan fácil saberlo, entonces se realiza una
ecografía y el diagnóstico es indudable".
Una vez que se descartan la lipomastia
y el tumor mamario, si en la exploración el especialista constata el aumento de
senos en el paciente es que este se debe a una ginecomastia, que “es una
proliferación benigna del tejido glandular mamario. Esta se produce,
fundamentalmente, por una alteración en las hormonas en la que aumenta el ratio
de estrógenos, que son las hormonas femeninas, frente a los andrógenos (las
masculinas)”, indica Alpañés.
“Normalmente el tejido mamario aumenta por un
desequilibrio hormonal entre estrógeno y testosterona, que ocurre de forma
normal y fisiológica”, señala María Cortés Berdonces,
especialista en Endocrinología y Nutrición del Hospital Ruber Juan Bravo.
Causas del agrandamiento del pecho en los hombres
La endocrinóloga del Hospital Puerta de Hierro precisa que
existen muchas causas por las que puede producirse una ginecomastia, unas exógenas
y otras endógenas. Sobre las primeras, la especialista apunta a que el hombre
esté tomando determinados suplementos o fármacos, como el aceite de lavanda, el
aceite de árbol de té, omeprazol, la espironolactona, el acetato de
ciproterona, y tóxicos, como el alcohol o la marihuana, y también algunos tratamientos
hormonales. “La ginecomastia resulta muy frecuente en pacientes que se
inyectan esteroides anabolizantes para aumentar la masa muscular, así como en
pacientes que toman hormona de crecimiento o quienes están en un tratamiento
con andrógenos”, apunta Alpañés.
La doctora Cortés especifica que “cuando se deja de
tomar el medicamento, lo normal es que disminuya o que desaparezca. Es un
efecto secundario de la medicación. No es estéticamente bonito, y a veces el
fármaco se puede sustituir por otro que no lo provoca”.
Sobre las causas endógenas, la especialista del Hospital
Puerta de Hierro señala algunas enfermedades, como la “cirrosis y la
enfermedad renal crónica o los problemas de hipogonadismo, que se producen
cuando la testosterona baja considerablemente, ya sea por un problema
testicular o hipofisario”. Asimismo, también puede provenir por tumores
de testículo o de la glándula suprarrenal, aunque es una patología bastante
menos frecuente, puntualiza.
Otras veces, la causa de la ginecomastia es idiopática, es
decir, no se sabe por qué exactamente se origina, y esta es frecuente en
adolescentes y suele ser temporal. La doctora Cortés refiere que la
ginecomastia puede ocurrir entre el 36% y 57% de los varones. Y se estima que
entre un 60%-90% de los neonatos presentan una ginecomastia transitoria. Un 60%
de los adolescentes pasan por una ginecomastia fisiológica por los cambios
hormonales. Y un 57% de los mayores de 60 años, según datos de la Sociedad
Española de Endocrinología y Nutrición.
Cómo saber uno mismo si se trata de ginecomastia o lipomastia
“Probablemente suceda más en la adolescencia y en
personas mayores por una enzima que se llama aromatasa que lo que hace es
aumentar los niveles de estrógenos”, precisa Alpañés.
Los especialistas consideran aumento de los senos patológico cuando se da un
incremento por encima de los 2,5 centímetros. Y por ginecomastia transitoria
entienden la que dura menos de un año.
Cuando la ginecomastia no remite ni existe ninguna
alteración hormonal ni ningún fármaco que la cause, al final se deriva al
paciente al cirujano para se someta a una extirpación de las mamas. “Una
vez descartada una patología grave, se pasa el caso a cirugía. No vuelve a
reincidir porque quitan todo el tejido mamario. Queda una cicatriz porque al
final es una mastectomía”, indica Alpañés.
La doctora Alpañés da unas pistas
para que uno mismo pueda autoexplorarse e intentar distinguir si es una
ginecomastia o grasa: “Al tocarse el pecho, el tejido graso es un tejido
blando, no duro y, además no es doloroso cuando lo tocas. El tejido glandular,
en cambio, es más duro, tiene una consistencia mayor. A la palpación, está
justo detrás de la areola, justo detrás del pezón, y suele doler. Si bien, ante
cualquier duda, se debe acudir a la consulta del endocrinólogo”, describe
Alpañés, quien comenta que el dolor se siente al
principio porque el tejido está creciendo y luego ya remite cuando se convierte
en tejido fibroso.
Pero autoexplorarse uno mismo puede resultar difícil:
“La grasa tiene una consistencia distinta a la del tejido glandular, lo
que pasa es que si nunca has hecho una palpación adecuada, puede no ser fácil
saber diferenciar ambos, lo mejor es consultar con el médico”, aconseja
la doctora Cortés.