EUROPA
PRESS
15 mayo
2023
Comer
de manera saludable mejora la forma física: "Es similar a dar 4.000 pasos
diarios"
Llevar una dieta saludable tiene muchos
beneficios para el organismo, pero además mejora la forma física. Alimentarse
con verduras, frutas, cereales integrales, frutos secos, legumbres y pescado, y
limitar carne roja y alcohol, se traduce en una mejor condición física. Un
estudio publicado en 'European Journal of Preventive Cardiology', revista de la Sociedad Europea de Cardiología
(ESC), indica que una dieta sana se asocia a una mejor forma física en adultos
de mediana edad.
"Este estudio proporciona algunos de los datos más
sólidos y rigurosos hasta la fecha para apoyar la conexión entre una mejor
dieta y una mejor forma física", afirma el autor del estudio, Michael Mi, del
Centro Médico Beth Israel Deaconess de Boston (EEUU).
"La mejora de la forma física que observamos en los
participantes con mejores dietas fue similar al efecto de dar 4.000 pasos más
cada día", añade el investigador.
La aptitud cardiorrespiratoria refleja la capacidad del
organismo para proporcionar y utilizar oxígeno durante el ejercicio, e integra
la salud de múltiples sistemas orgánicos, como el corazón, los pulmones, los
vasos sanguíneos y los músculos. Es uno de los factores de predicción más
potentes de la longevidad y la salud.
Aunque el ejercicio aumenta la aptitud cardiorrespiratoria,
también se da el caso de que entre personas que hacen la misma cantidad de
ejercicio hay diferencias en la aptitud, lo que sugiere que hay factores
adicionales que contribuyen a ello. Una dieta nutritiva se asocia a numerosos
beneficios para la salud, pero no está claro si también está relacionada con la
forma física.
En este estudio se examinó si una dieta sana está
relacionada con la forma física de los adultos. En el estudio participaron
2.380 personas del Framingham Heart Study. La edad
media era de 54 años y el 54 por ciento eran mujeres. Los participantes se
sometieron a una prueba de ejercicio cardiopulmonar de esfuerzo máximo en un
cicloergómetro para medir el VO2 máximo. Se trata de la evaluación de
referencia de la forma física e indica la cantidad de oxígeno utilizada durante
el ejercicio de mayor intensidad posible.
Los participantes también rellenaron el cuestionario semicuantitativo
de Harvard sobre frecuencia de alimentos para evaluar la ingesta de 126 alimentos
durante el último año, desde nunca o menos de una vez al mes hasta seis o más
raciones al día. La información se utilizó para calificar la calidad de la
dieta mediante el Índice de Alimentación Saludable Alternativa (AHEI; de 0 a
110) y la Puntuación de la Dieta Mediterránea (MDS; de 0 a 25), ambos
relacionados con la salud cardiaca.
Las puntuaciones más altas indicaban una dieta de mejor
calidad que hacía hincapié en las verduras, las frutas, los cereales
integrales, los frutos secos, las legumbres, el pescado y las grasas saludables
y limitaba la carne roja y el alcohol.
Los investigadores evaluaron la asociación entre la calidad
de la dieta y la forma física tras controlar otros factores que podrían influir
en la relación, como la edad, el sexo, la ingesta energética diaria total, el
índice de masa corporal, el hábito de fumar, los niveles de colesterol, la
tensión arterial, la diabetes y el nivel de actividad física habitual. La media
de AHEI y MDS fue de 66,7 y 12,4, respectivamente. En comparación con la
puntuación media, un aumento de 13 puntos en el AHEI y de 4,7 en el MDS se
asoció con un 5,2 por ciento y un 4,5 por ciento más de VO2 máximo, respectivamente.
"En los adultos de mediana edad, los patrones
dietéticos saludables se asociaron fuerte y favorablemente con la forma física,
incluso después de tener en cuenta los niveles de actividad habituales. La
relación era similar en mujeres y hombres, y más pronunciada en los menores de
54 años que en los adultos mayores", ha asegurado Mi.
Para descubrir el posible mecanismo que vincula dieta y
forma física, los investigadores realizaron otros análisis. Examinaron la
relación entre la calidad de la dieta, la forma física y los metabolitos, que
son sustancias producidas durante la digestión y liberadas en la sangre durante
el ejercicio.
Se midió un total de 201 metabolitos (por ejemplo,
aminoácidos) en muestras de sangre recogidas en un subconjunto de 1.154 participantes
en el estudio. Unos 24 metabolitos se asociaron con una dieta y una forma física
deficientes, o con una dieta y una forma física favorables, tras ajustar por
los mismos factores considerados en los análisis anteriores.
"Nuestros datos sobre metabolitos sugieren que comer de
forma saludable se asocia a una mejor salud metabólica, lo que podría ser una
posible vía que conduzca a una mejor forma física y capacidad para hacer
ejercicio", ha asegurado Mi.
En cuanto a las limitaciones, "se trata de un estudio
observacional y no podemos concluir que comer bien provoque una mejor forma física,
ni excluir la posibilidad de una relación inversa, es
decir, que los individuos en forma elijan comer de forma saludable".
"Ya hay muchas razones de salud convincentes para
consumir una dieta de alta calidad, y nosotros aportamos una más con su asociación
con la forma física. Una dieta de estilo mediterráneo con alimentos frescos e
integrales y un mínimo de alimentos procesados, carne roja y alcohol es un buen
punto de partida", ha finalizado Mi.