EL
MUNDO
27 marzo
2024
Investigadores
de Murcia emplean inteligencia artificial para hallar dos compuestos vegetales
similares a los nuevos fármacos antiobesidad
Pilar Pérez
El compuesto A y el compuesto B, como
les denomina por cuestiones de confidencialidad y patentes, se derivan de
plantas muy comunes y actúan de forma similar a los análogos GLP-1
A través de un estudio basado en inteligencia artificial, un
grupo de investigadores españoles han identificado dos compuestos vegetales con
potencial como pastillas para adelgazar agonistas del GLP-1. Los resultados se
presentarán en la cita científica europea que aborda las últimas novedades en
obesidad (ECO 2024), en mayo.
La semaglutida y la tirzepatida, más conocidas por el pueblo llano como los 'ozempic', 'saxenda', 'wegoby' y compañía, son los agonistas del receptor del
péptido 1 similar al glucagón (GLP-1) y se han mostrado muy eficaces para
ayudar a las personas a perder peso. Esto se debe a que imitan la acción de una
hormona llamada GLP-1 y al unirse y activar el receptor de GLP-1 en las
células, reducen el apetito y la sensación de hambre, retardan la liberación de
alimentos del estómago y aumentan la sensación de saciedad después de comer.
Elena Murcia, del Grupo de Investigación en Bioinformática
Estructural y Computación de Alto Rendimiento (BIO-HPC) y Unidad de
Investigación de Trastornos de la Alimentación de la Universidad Católica de
Murcia (UCAM), explica a EL MUNDO cómo han realizado esa búsqueda de
alternativas a los 'ozempic', porque "estábamos
interesados en encontrar alternativas naturales".
"Se buscó que tuvieran afinidad para unirse al receptor
de GLP-1 actuando como agonistas de este, con capacidad para activar estos
receptores". Para ello, aclara que "hemos tomado como referencia dos
agonistas sintéticos del receptor de GLP-1, y hemos llevado a cabo análisis
basados en técnicas de química computacional, para así poder seleccionar
aquellos compuestos naturales con mayor similaridad".
En este sentido, dos compuestos con características
similares a a otros dos sintéticos aún en fase de
estudio han sido las opciones ganadoras. "Se trata de dos compuestos no
peptídicos prometedores", apunta la investigadora. El compuesto A y el
compuesto B, como les denomina por cuestiones de confidencialidad y patentes,
derivan de plantas muy comunes, cuyos extractos se han asociado en el pasado
con efectos beneficiosos sobre el metabolismo humano.
¿Cuándo estarán disponibles estos nuevos compuestos
naturales?
De momento son solo ideas esbozadas en el laboratorio,
porque tienen por delante todas las fases preclínicas y clínicas de validación.
"Actualmente se están realizando ensayos 'in vitro' para evaluar el efecto
de estos compuestos. El siguiente paso sería probarlos en ensayos
clínicos", señala Murcia.
Estas alternativas son necesarias, como apunta Murcia, no
solo por el asunto de los desabastecimientos, sino por una cuestión de sortear
las secuelas no deseadas. "Nos centramos en extractos de plantas y otros
compuestos naturales porque pueden tener menos efectos secundarios".
Aunque se ha demostrado la eficacia de estos fármacos ya
disponibles para diabéticos y en algunos casos para obesidad, "existen
algunos efectos asociados con su uso: problemas gastrointestinales como
náuseas, vómitos y cambios en la salud mental como ansiedad e irritabilidad.
Datos recientes también han confirmado que cuando los pacientes interrumpen el
tratamiento recuperan el peso perdido".
Esto se debe a que "la mayoría de los agonistas del
GLP-1 son péptidos (cadenas cortas de aminoácidos que pueden ser degradadas por
las enzimas del estómago) y, por lo tanto, actualmente es más probable que se
inyecten a que se tomen por vía oral", aclara Murcia. Al tiempo, explica
que "los medicamentos que no son péptidos pueden tener menos efectos
secundarios y ser más fáciles de administrar, lo que significa que podrían
administrarse en forma de píldoras en lugar de inyecciones".
Cabe destacar que uno de los compuestos naturales que se
hizo famoso gracias a las redes sociales, la berberina, no está entre los
elegidos. "Nosotros partimos de compuestos sintéticos con actividad
agonista ya demostrada, tanto in vitro como in vivo. En principio, esperábamos
que la berberina fuera uno de esos 65 compuestos de origen natural con
potencial actividad, pero no fue así. Probablemente la berberina pueda ayudar
al tratamiento de la obesidad, pero mediante otros mecanismos de acción".
¿Cómo emplearon la inteligencia artificial en la búsqueda
del “Ozempic” natural?
Para encontrar al sustituto natural de los análogos
sintéticos de los GLP-1 emplearon técnicas de inteligencia artificial (IA) de
alto rendimiento con el fin de identificar compuestos naturales no peptídicos
que activan el receptor GLP-1. "El uso de la IA nos permite realizar
análisis avanzados de grandes bases de datos y modelar e interpretar
interacciones moleculares de manera rápida y precisa. Mediante algoritmos de
aprendizaje automático y técnicas de modelado predictivo podemos ser capaces de
identificar compuestos potenciales para la pérdida de peso".
La idea partió de la tesis doctoral en la Universidad
Católica de Murcia (UCAM) de Murcia, que ha estado dirigida por los directores
Horacio Pérez-Sánchez, investigador principal del Grupo de Investigación 'Structural Bioinformatics and
High-Performance Computing Research Group (BIO-HPC)',
y Juan José Hernández Morante, investigador principal del Grupo de
Investigación 'Eating Disorders
Research Unit (UITA)'.
Se utilizó un cribado virtual para examinar más de 10.000
compuestos e identificar aquellos que se unían al receptor GLP-1. "De los
cuales hemos identificado 65 compuestos con alta probabilidad de tener
actividad agonista del receptor de GLP-1", indica.
A continuación, se utilizaron otros métodos basados en IA
para observar en qué medida estos enlaces se parecían a los que se producen
entre la hormona GLP-1 y su receptor. Luego se eligieron los 100 compuestos que
se unían de manera más similar para un análisis visual adicional, para
determinar si interactuaban con residuos clave (aminoácidos) en el receptor.