EUROPA
PRESS
16 enero
2023
Tener
fuertes vínculos sociales puede mejorar la salud
El tiempo que las personas pasan con la
familia durante un periodo festivo podría mejorar su salud, según una nueva
investigación que examinó cómo los vínculos sociales con los círculos sociales
cercanos y los grupos extendidos se relacionan con la salud y el bienestar
psicológico.
El estudio, dirigido por investigadores de la Universidad de
Kent, la Universidad de Nottingham Trent (NTU) y la Universidad de Coventry, en
Reino Unido, utilizó datos autodeclarados de más de 13.000 personas de 122
países, recopilados durante la primera oleada de la pandemia de COVID-19.
Las encuestas evaluaron el grado de vinculación de las
personas con círculos sociales cercanos, como la familia y los amigos, así como
con grupos más amplios, como el país, el gobierno y la humanidad. También se
midieron los comportamientos de salud relacionados con la pandemia y la salud
mental y el bienestar de las personas.
Los resultados muestran que sólo la vinculación con la
familia, y no con otros grupos, está relacionada con la adopción de
comportamientos que pueden mejorar la salud; en este caso, los ejemplos
incluían lavarse las manos, llevar mascarilla y distanciarse socialmente.
Por ejemplo, el 46% de las personas que tenían fuertes
vínculos familiares se lavaban las manos al menos "mucho", en
comparación con el 32% que no tenían fuertes vínculos con su familia. Además,
el 54% de las personas sin vínculos familiares declararon que nunca se ponían
mascarilla. Las personas vinculadas estaban sobrerrepresentadas entre quienes
adoptaban comportamientos saludables. A pesar de que las personas con fuertes
lazos familiares constituían sólo el 27% de toda la muestra, representaban el
73% de los que se distanciaban socialmente, el 35% de los que se lavaban las
manos y el 36% de los que se ponían mascarilla "mucho" o más.
El estudio también descubrió que tener fuertes vínculos
tanto con círculos sociales cercanos como con grupos amplios está asociado a
una mejor salud mental y bienestar. Y lo que es más importante, cuanto mayor
era el número de grupos con los que las personas mantenían fuertes vínculos, mayor
era su participación en comportamientos saludables y mejor era su bienestar
psicológico, con menos ansiedad y depresión.
La investigación recomienda que los mensajes de salud
pública se centren en las redes más pequeñas y en los grupos múltiples, sobre
todo en tiempos de crisis, cuando hay que animar a las personas a compartir sus
comportamientos positivos en materia de salud con sus círculos sociales más
cercanos. También se sugiere que los sistemas sanitarios pueden reducir la
dependencia de los tratamientos farmacéuticos recurriendo a la prescripción
social para apoyar a las personas que no cuentan con estos vínculos en su vida.
Los resultados del estudio, que incluye un amplio abanico de
países como Bangladesh, Brasil y Perú, tienen implicaciones para abordar los
efectos negativos sobre la salud física y mental desde una perspectiva global.
El estudio va más allá de las competencias de los enfoques tradicionales de la
psicología al llegar a gran parte de la población mundial.
La doctora Martha Newson, antropóloga de la Universidad de
Kent, destaca que "esta investigación habla de la necesidad universal de
pertenencia a un grupo; ésta es una de las razones por las que nos pareció tan
importante incluir una muestra verdaderamente diversa de todo el mundo. Estés
donde estés en el mundo, los demás te importan".
"Descubrimos que tener muchos grupos era importante
para fomentar mejores comportamientos de salud, incluida la vinculación a
grupos abstractos como el país o el gobierno, pero lo más importante de todo
son nuestros amigos más cercanos y la familia, grupos que probablemente hemos
reconocido como importantes desde el principio de la historia de la
humanidad", prosigue.
Por su parte, el doctor Bahar Tunçgenç, profesor titular de
Psicología de la Facultad de Ciencias Sociales de la NTU, añade que "en
momentos de agitación, como catástrofes, crisis sociales o pandemias, nuestros
vínculos sociales pueden ser clave para recibir apoyo. Acudimos a personas en
las que confiamos y con las que nos identificamos para decidir qué medidas
tomar. Por eso nuestros estrechos lazos con la familia -las personas con las
que muchos de nosotros compartimos acontecimientos vitales importantes y de las
que aprendemos- pueden promover comportamientos saludables".
"Al mismo tiempo, tener fuertes vínculos sociales, por
abstractos o distantes que sean, es crucial para promover la salud mental, continúa.
Nuestros estudios demuestran que los vínculos sociales estrechos y extensos
ofrecen distintas fuentes de apoyo y orientación".
Finalmente, la doctora Valerie van Mulukom, catedrática
adjunta del Centro para la Confianza, la Paz y las Relaciones Sociales de la
Universidad de Coventry, recuerda que "en Occidente tendemos a pensar que
somos individuos que tenemos que sobrevivir y conquistar el mundo por nuestra
cuenta. Nuestra investigación demuestra que, de hecho, los humanos somos animales
muy sociales, que se benefician de sus comunidades y dependen de ellas en más
de un sentido, destaca. En tiempos difíciles esto es aún más pronunciado. Es
aconsejable que las políticas gubernamentales tengan en cuenta estas
necesidades y mecanismos psicológicos e impliquen a las autoridades locales y
las organizaciones de base para lograr la máxima eficacia y bienestar en
tiempos de catástrofe".