EUROPA
PRESS
15
mayo 2012
Investigadores españoles prueban una terapia para prolongar la vida
Investigadores del Centro Nacional
de Investigaciones Oncológicas (CNIO) han probado con éxito la primera terapia
génica contra el decaimiento del organismo asociado al envejecimiento. Por el
momento, la 'terapia antienvejecimiento' ha conseguido, con un solo
tratamiento, prolongar la vida de ratones hasta en un 24 por ciento.
El trabajo, que publica mañana en la revista 'EMBO
Molecular Medicine', desarrolla una estrategia nunca antes empleada para
combatir el envejecimiento, se trata de un tratamiento efectivo y seguro -en el
modelo animal-, que actúa directamente sobre los genes, pero que se aplica a
animales adultos, y una única vez.
Liderado por la directora del CNIO, Maria A. Blasco,
y Bruno M. Bernardes de Jesús, coautor del trabajo,
en colaboración con Eduard Ayuso y Fátima Bosch, del Centro de Biotecnología Animal y Terapia Génica
de
Los ratones que fueron tratados al cumplir el año
vivieron, de media, un 24 por ciento más; los de dos años, un 13 por ciento
más. Así, la terapia consistiría en lograr que las células expresen telomerasa, la enzima que 'ralentiza' el 'reloj biológico'.
En general, la terapia mejoró sensiblemente la salud
de los animales, retrasando la aparición de enfermedades asociadas a la edad
-como la osteoporosis y la resistencia a la insulina- y mejorando los valores
de indicadores de envejecimiento, como la coordinación neuromuscular.
Este trabajo "demuestra que es posible
desarrollar una terapia génica antienvejecimiento con telomerasa
sin aumentar por ello la incidencia de cáncer", escriben los autores.
"Los organismos adultos acumulan daños en el ADN resultado del
acortamiento de los telómeros, este trabajo muestra
que una terapia génica basada en la
producción de telomerasa es capaz de reparar o
retrasar este tipo de daño", añaden.
La Telomerasa: tratada como un virus
La terapia se basa en tratar al animal con un virus
cuyo ADN ha sido modificado, concretamente ha sido sustituido por la enzima telomerasa, uno de los genes más importantes para el
envejecimiento. La telomerasa repara los extremos de
los cromosomas, los llamados telómeros, y al hacerlo
frena el reloj biológico de la célula y por ende del organismo. El virus, al
infectar al animal, actúa como un vehículo que deposita el gen de la telomerasa en las células.
Los telómeros son
estructuras que protegen los extremos de los cromosomas, pero de forma limitada
en el tiempo: con cada división de la célula, los telómeros
se acortan, hasta que se reducen demasiado y ya no pueden desempeñar su
función. Como resultado, la célula deja de dividirse y envejece, o muere. Esto
se evita con la telomerasa, que frena el acortamiento
de los telómeros o incluso los reconstruye de nuevo.
El gen de la telomerasa, no
obstante, sólo está activo en la mayoría de las células antes del nacimiento;
las células del organismo adulto, salvo excepciones, no tienen telomerasa. La excepción son las células madres adultas y
las cancerígenas, que se dividen sin límite y son por tanto inmortales.
Precisamente, riesgo de promover el desarrollo de tumores siempre había
supuesto un obstáculo a la hora de plantear terapias antienvejecimiento basadas
en la telomerasa.
Por esta razón, los investigadores destacan que los
animales de este ensayo no han desarrollado cáncer. Los investigadores lo
atribuyen a que la terapia comienza cuando los animales ya son adultos, y por
tanto no tienen tiempo de acumular el número de multiplicaciones aberrantes
necesarias para la aparición de tumores.
El virus empleado para llevar el gen de la telomerasa a la células derivan de otros no patógenos en
humanos y que no tienen capacidad para replicarse. Por tanto son "muy
seguros, ampliamente usados en terapia génica con un gran éxito en el
tratamiento de la hemofilia y enfermedades oculares".
Vía al
tratamiento de enfermedades
Los investigadores Virgina Boccardi, de
Así, destacan que aunque a corto plazo su aplicación
en humanos contra el envejecimiento no es posible, sí podría abrir una nueva
vía al tratamiento de enfermedades relacionadas con la presencia en los tejidos
de telómeros anómalamente cortos, como algunos casos
de fibrosis pulmonar humana.
Del trabajo Blasco destaca que, aunque "el
envejecimiento hoy no se considera una enfermedad, cada vez más los
investigadores tendemos a verlo como la causa común de enfermedades como la
resistencia a la insulina o las cardiovasculares, cuya incidencia aumenta con
la edad", por tanto, si se trata el envejecimiento de las células se
podrían tratar también las enfermedades.
Por su parte, Bosch señala
que el decubrimiento "podría ser imprescindible
para una terapia antienvejecimiento, ya que cualquier otra estrategia
requeriría de una administración constante del fármaco durante toda la vida del
paciente, aumentando el riesgo de efectos adversos".