EUROPA
PRESS
15 mayo
2023
Envejecer
con salud es posible si proteges tu salud vascular
El control de los factores de riesgo de
enfermedad cardiovascular (ECV) puede contribuir a preservar la función física
durante el proceso de envejecimiento, según una nueva investigación publicada
por 'The Journals of Gerontology, Series A: Biological Sciences and Medical Sciences'.
"Aproximadamente el 10% de las personas mayores padecen
debilidad muscular y disminución de la función física, lo que conduce a
resultados adversos para la salud y a la discapacidad física --afirma la
doctora Shivani Sahni,
autora principal del estudio--. Dado que la pérdida de función física
contribuye a la reducción de la movilidad, la discapacidad, la
institucionalización y la mortalidad, la gestión de los factores de riesgo de
ECV puede ayudar a preservar la función física con la edad".
Este estudio demostró que las medidas vasculares están
asociadas con la fuerza de prensión en los análisis transversales y con el
cambio en la velocidad de la marcha (una medida de la función física) en los
análisis longitudinales.
Se trata de uno de los primeros estudios basados en la
comunidad que examinan exhaustivamente las relaciones de la rigidez aórtica y
la función vascular con el deterioro de la función física relacionado con la
edad.
Una mayor rigidez aórtica se asoció a una pérdida de la
función física a lo largo de unos 11 años, explica Sahni,
Profesora Asociada de Medicina en la Facultad de Medicina de Harvard y
Científica Asociada en el Instituto Hinda y Arthur
Marcus de Investigación sobre el Envejecimiento en Hebrew
SeniorLife (Estados Unidos).
El flujo sanguíneo disminuye con la edad, en parte debido a
la rigidez arterial. La consiguiente disfunción de la dinámica de los vasos
sanguíneos puede contribuir a la patología de los órganos y a la disminución de
la masa muscular, explica la doctora Sahni. Sin
embargo, pocos estudios han evaluado específicamente el papel de la función
vascular y los cambios en medidas musculares funcionales como la movilidad y la
fuerza muscular.
El estudio actual utilizó datos de una gran cohorte de
hombres y mujeres relativamente sanos y amplía las investigaciones anteriores
utilizando un diseño de estudio longitudinal.
La mayoría de los estudios publicados anteriormente han
utilizado diseños de estudios transversales con tamaños de muestra modestos.
Los autores creen que los estudios futuros deberían evaluar si las
intervenciones dirigidas a la salud vascular pueden reducir el deterioro de la
función física relacionado con la edad.
Esto es importante porque un tercio de los adultos mayores
experimentan limitaciones físicas que contribuyen a reducir la movilidad, la
discapacidad, la institucionalización y la mortalidad. Por lo tanto, es
necesario desarrollar nuevas intervenciones dirigidas a la prevención de las
limitaciones físicas en los adultos mayores, concluyen los investigadores.
4 consejos para conseguirlo
La 'World Heart Federation' (WHF) lanzan una serie de recomendaciones para mantener la salud
cardiovascular en buen estado:
1.
Una buena alimentación: hay que evitar comer alimentos
procesados y preenvasados altos en azúcares y grasas, y reducir el consumo de
bebidas azucaras y jugos de fruta. Además, se debe comer cinco porciones de
frutas y verduras al día; beber la cantidad de alcohol dentro de las
directrices recomendadas, y preparar la comida del trabajo en casa.
2.
Conocer el riesgo cardiovascular: hay que tener conocimiento
de los niveles de glucosa en la sangre, pues este tipo de enfermedades representan
el 60 por ciento de todas las muertes en personas con diabetes; la presión
arterial, ya que es el principal factor de riesgo. Asimismo, se debe conocer
los niveles de colesterol, peso e índice de masa corporal, así como la presión
arterial y glucosa en la sangre. Así como hay que saber los signos y síntomas
de un ataque al corazón, ya que más del 70 por ciento de todas las emergencias
cardíacas y respiratorias ocurren en el hogar cuando un miembro de la familia
está presente y podría ayudar a la víctima.
3.
Realizar ejercicio físico: realizar una actividad de
intensidad moderada cinco veces a la semana durante al menos 30 minutos al día;
tomar las escaleras, caminar o desplazarse en bicicleta en lugar de ir en
vehículo; antes de comenzar cualquier plan de ejercicio, consultar a un
profesional; hacer deporte que fortalezca los músculos, y algunas actividades
como el taichí y el yoga, ya que mejoran la flexibilidad
4.
Dejar de fumar: después de 2 años de dejar de fumar, el
riesgo de enfermedad coronaria se reduce sustancialmente .
Asimismo, la exposición al humo de segunda mano es también una causa de
enfermedad cardíaca en los no fumadores. De igual modo, en caso de presentarse
problemas para dejar de fumar, hay que acudir a un especialista.