EL
MUNDO
23 enero
2023
Un
'atlas' de los beneficios del ejercicio a nivel celular
Cristina G. Lucio
La investigación, firmada por los
españoles Juan Carlos Izpisúa y Concepción Rodríguez
Esteban, profundiza en el conocimiento de los lazos que unen la actividad
física con un mejor envejecimiento
¿Qué pasa en las células cuando hacemos ejercicio de forma
rutinaria? ¿Por qué distintos tejidos del organismo responden de forma
sincronizada a la actividad física? ¿Cuáles son las reacciones a nivel
molecular que, en conjunto, redundan en beneficios para nuestra salud? Estas
son algunas de las preguntas a las que ha querido dar respuesta un equipo
internacional de científicos entre los que figuran los españoles Juan Carlos Izpisúa y Concepción Rodríguez Esteban.
Su investigación no solo ha permitido dibujar un 'atlas' que
hace posible contemplar, a resolución unicelular, los
efectos del ejercicio en ratones, sino que también profundiza en el
conocimiento de los lazos que ligan la actividad física con un mejor envejecimiento.
Los resultados del trabajo se publica en la revista The Innovation, una de las
publicaciones del grupo Cell.
Durante 12 meses -aproximadamente la mitad de la vida de un
ratón-, los investigadores realizaron análisis a nivel molecular y fenotípico
de los efectos del ejercicio aeróbico en 14 tejidos y órganos de ratones
jóvenes (dos meses) y de edad más avanzada (16 meses). Uno de los principales
objetivos era averiguar el impacto en distintos sistemas, como la función
cardiaca, el sistema nervioso, los ritmos circadianos, la función hepática o el
sistema inmunitario, entre otros.
Los resultados de la investigación mostraron, en primer
lugar, que el ejercicio aportaba a los animales importantes beneficios en
cuanto a resistencia, coordinación, fuerza y también memoria y aprendizaje
espacial con respecto a los ratones sedentarios.
Pero, además, el análisis del transcriptoma de los animales
reveló cambios moleculares en función de la edad de los animales estudiados.
Así, aunque comprobaron que el ejercicio proporcionaba un efecto protector
general frente a infecciones, este era especialmente notable en los individuos
jóvenes. En cambio, en los animales de edad avanzada, la actividad física
sostenida contribuía en mayor medida a reducir la inflamación y rejuvenecer la
funcionalidad de los tejidos, principalmente del sistema nervioso y de la vasculatura sistémica. Además, en los animales mayores, el
ejercicio también 'ponía en hora' sus relojes internos, ajustaba sus ritmos
circadianos.
"El ritmo circadiano que se observa en los ratones
viejos tras el ejercicio es más o menos idéntico al que se observa en un ratón
joven y sano", explica Juan Carlos Izpisúa,
director del Instituto de Ciencia de San Diego de Altos Labs y referente
mundial en medicina regenerativa. "Dado que ese cambio es mediado a través
de la acción de la proteína BMAL1, que es la proteína fundamental que regula
nuestros ritmos circadianos, la restauración de los niveles de expresión de la
proteína BMAL tras el ejercicio indica una relación muy estrecha con los
efectos beneficiosos y el ejercicio. Estudios recientes de nuestro laboratorio
en colaboración con los mismos autores han establecido una relación muy
estrecha entre la reprogramación celular mediante los factores de Yamanaka y la
expresión de la proteina BMAL1. Dado que la reprogramacion parcial tiene un potente efecto
rejuvenecedor tanto a nivel celular, tisular y en general de todo el organismo,
(junto con los demás parámetros observados en este estudio), ello indicaría que
el ejercicio es una de las mejores maneras para lograr un envejecimiento más
saludable", añade el investigador.
"La generación de este atlas unicelular en diversos
órganos y tejidos nos ha ayudado a revelar algunos los mecanismos moleculares
responsables del efecto beneficioso del ejercicio en la salud y en el
envejecimiento y podría ayudar al desarrollo de compuestos químicos que podrían
mejorar los efectos negativos de enfermedades asociadas al sedentarismo y
favorecer un envejecimiento más saludable", apunta, por su parte
Concepción Rodríguez Esteban, científica que ahora investiga en Altos Labs tras
haber desarrollado gran parte de su carrera en el Instituto Salk de San Diego
(EEUU).
"Creemos que puede ser un estudio muy valioso para a
continuación poder investigar el potencial terapéutico de algunas de las dianas
identificadas para mejorar la calidad de vida durante el envejecimiento, así
como algunos de los trastornos asociados al mismo", concluyen los
investigadores.