EL
MUNDO
8 abril
2023
Estos
son los 10 errores que te impiden adelgazar, aunque hagas dieta
Marisa del Bosque
Cuando por mucho que sigamos una dieta
no conseguimos perder peso, está claro, algo estamos haciendo mal. Los expertos
nos explican qué es.
A la hora de perder peso no se trata solo de seguir una
dieta; sin ella, será imposible conseguir el objetivo, pero, aunque la hagamos,
no nos garantizamos bajar esos kilos de más que perjudican tanto nuestra salud
como nuestra silueta.
Porque en ocasiones, y no pocas, ese régimen que nos
mortifica lejos de permitirnos adelgazar logra el efecto contrario y tras días
de privaciones comprobamos que en lugar de adelgazar incluso vamos a más.
Hablamos del temido efecto rebote y, también, de aquellos errores que nos
impiden adelgazar, aunque no nos saltemos el régimen..., o así lo creamos.
"A veces las premisas están claras, pero parece que no sirven para obtener
los resultados deseados, especialmente cuando vamos cumpliendo años, y bajar de
peso se vuelve imposible", asegura Paula Sáiz de
Bustamante, farmacéutica experta en Nutrición y directora de la promoción de
hábitos saludables de la compañía de salud y bienestar Juice Plus+. Conclusión:
algo estamos haciendo mal.
Para empezar, el punto de partida; no se trata de adelgazar
de forma puntual, sino de interiorizar unas nuevas pautas healthy
y evitar todos esos errores que cometemos día a día y
que sabotean nuestra dieta sin que seamos conscientes de ello. "Lo más
importante es que se hagan cambios saludables que se tornen en hábitos
duraderos", afirma Sáiz de Bustamante. Un
argumento en el que incide también la doctora María Jesús García-Dihinx, especialista en Cirugía Plástica, Estética y
Reparadora. "Con las dietas se cambian los alimentos que tomamos con
frecuencia por otros del mismo tipo, pero más saludables. Hay que aprovechar
estos cambios y convertirlos en un hábito que mantengamos después de seguir
estrictamente el régimen".
Por eso, una de las primeras equivocaciones es seguir alguna
de las llamadas dietas milagro. "Existen cientos que aseguran una gran
pérdida de peso en muy poco tiempo. Esta rapidez, lo que más llama la atención,
en ningún caso será buena. Los cambios corporales deben ser paulatinos para que
el cuerpo pueda irse adaptando y no se produzca después un efecto rebote",
afirma la doctora García-Dihinx.
Tampoco ayuda obsesionarse con el peso y el estrés que ello
nos generará. "Solo se conseguirá retrasar el objetivo", explica la
doctora, "cuando estamos nerviosos, el cuerpo es más propenso a los
alimentos grasos o azucarados, por las zonas del cerebro que se activan.
Además, se libera cortisol, una hormona que promueve la acumulación de grasa en
el cuerpo".
En este sentido, ayudarnos de alimentos como las barritas
energéticas, de alta densidad calórica, solo pone las cosas más cuesta arriba,
igual que saltarse comidas. "Lo ideal es realizar 5 ingestas diarias;
desayuno, comida y cena, más dos tentempiés a media mañana y por la
tarde", apuntan los expertos de la Organización de Consumidores y Usuarios
(OCU). Y "entre una ingesta y otra deberían trascurrir al menos 2 horas
para que no se solapen", añaden.
Y cuidado con la apeeicible
cervecita del aperitivo; el alcohol engorda. Y mucho. "Aporta 7
kilocalorías por gramo más que los hidratos de carbono o las proteínas. Una
copa de whisky o ron suma unas 350 kcal", explican desde la OCU. La
cerveza, el vino o la sidra aportan menos calorías, pero aun así son
"totalmente prescindibles si se quiere perder peso".
Los 10 errores por los que no adelgazas, aunque hagas dieta.
5 Consejos prácticos para adelgazar
La ecuación necesaria para perder peso es bastante simple:
ingerir menos calorías de las que se gastan. Esto implica dos parámetros:
reducir la cantidad que se ingiere y aumentar el gasto calórico para terminar
con las que se tienen acumuladas. Es decir, un cambio de hábitos implica comer
bien e incrementar la actividad física. Según los expertos de la OCU, es más
fácil siguiendo estos cinco consejos:
·
Comer de todo, sin eliminar alimentos, pero limitando las
cantidades ingeridas.
·
Cocinar los alimentos con poca grasa y preparaciones más
ligeras, al horno, a la plancha o al vapor mejor que frito o guisado.
·
Incluir más frutas y verduras en la dieta, dándoles el mayor
peso posible en la lista de la compra.
·
Cuidado con las versiones light de muchos productos, aunque
algunos tengan un 30% menos de calorías que el original, siguen teniendo
muchas.
·
Hacer más ejercicio físico, al
menos, tres veces por semana. Caminar a buen ritmo de forma habitual y al menos
durante 30 minutos puede compensar el hecho de no practicar otro deporte.
Los 10 errores que impiden adelgazar
Además, este es el decálogo de lo que no debemos hacer
cuando nuestro objetivo pasar por perder unos kilos. Según Paula Sáiz de Bustamante, "trabajar los buenos hábitos para
disfrutar de una composición corporal saludable es clave. Mantenerse activo y
aumentar alimentos como las verduras, frutas enteras, integrales, las grasas
saludables (pescados, frutos secos, aceite de oliva en cantidad moderada...), y
la ingesta suficiente pero no excesiva de alimentos proteicos son buenas
ideas". Además, explica, hay que evitar estos 10, puntos, porque son los
errores que nos impiden adelgazar.
1.
No dormir bien. Ni mucho ni poco; lo necesario. Por muy
sorprendente que pueda parecer, el sueño juega un papel fundamental en el peso.
Dormir menos horas de las precisas puede interferir en las hormonas que
controlan el metabolismo y el centro de recompensa de nuestro cerebro, lo que
puede hacernos acumular hasta 2,5 veces más grasa abdominal. Lo mismo ocurre
con aquellas personas que duermen de más. ¿Cuál es la media perfecta? Entre 7 y
9 horas, aseguran los expertos.
2.
Erradicar las grasas. Eliminar completamente las grasas de
nuestra dieta con el objetivo de adelgazar es un error: consumir grasas
saludables es necesario para que funcionen de forma correcta los mecanismos que
regulan el peso. Además, las grasas buenas, en su justa medida, tienen efecto
saciante, lo que evita que comamos cantidades excesivas. Restringir las grasas
saludables de nuestra dieta puede llevar también a tomar más glúcidos, lo que
se traduce en picos de azúcar en sangre y en la aparición de la sensación de
hambre. Por tanto, para adelgazar bien conviene incluir cantidades moderadas de
grasas saludables, ya que nos ayudarán a combatir el hambre y a mejorar el
funcionamiento de nuestro organismo. Las mejores, los frutos secos, el aguacate
y el aceite de oliva virgen extra.
3.
La ilusión de los refrescos 0% y los zumos. Bajo la etiqueta
light y 0% tendemos a incluir en nuestra dieta refrescos y zumos, son el
soporte de nuestra vida social cuando hacemos un régimen bajo en calorías. Sin
embargo, diferentes estudios demuestran que el consumo de uno o dos refrescos
al día aumenta el riesgo de padecer sobrepeso u obesidad, y los 0% son igual de
perjudiciales para nuestra salud, ya que generan trastornos en el apetito y
mantienen la dependencia del azúcar. Los zumos de frutas tampoco son muy
recomendables; según una encuesta pública de la Escuela de Salud Pública de
Harvard, tomarlos en lugar de comer las frutas enteras puede elevar el riesgo
de padecer diabetes hasta en un 8%.
4.
Comer muy deprisa. Nuestro estómago tarda 20 minutos en
decir a nuestro cerebro que ya hemos comido lo suficiente. Comer demasiado rápido
interfiere en la comunicación estómago-cerebro, llevándonos a ingerir más
cantidad de la que necesitamos y a genera un exceso de peso. Por contra, tomar
menos alimentos de los que nuestro cuerpo precisa con el fin de perder unos
kilos también presenta efectos contrarios a los esperados: al detectar un
aporte energético insuficiente, nuestro cuerpo entra en estado de alarma y no
consume calorías, sino que las almacena.
5.
No beber agua antes de las comidas. Tomar un buen vaso de
agua antes de comer contribuye a generar sensación de saciedad y, por tanto, a
regular las cantidades de comida. Los datos mandan: según un estudio de la
Universidad de Utah, las personas que beben dos vasos de agua unos 20 minutos
antes de cada comida pierden un 30% más de peso cuando siguen un régimen de
adelgazamiento.
6.
Beber durante las comidas. Por el contrario, consumir agua
durante las comidas contribuye a la aparición de hinchazón y pesadez, lo que
lleva a aumentar el volumen de nuestra tripa. Para evitar estos incómodos
síntomas es mejor tomar bebidas tibias como infusiones o agua con limón.
7.
Eliminar alimentos de nuestra dieta. Prohibirnos alimentos
solo desencadena el deseo de consumirlos, lo que aumenta el riesgo de padecer
ansiedad, y esta nos llevará inevitablemente a comer más. Y a tomar esos
alimentos de forma compulsiva.
8.
Cenar demasiado tarde. Cuando el objetivo es perder unos
kilos, lo mejor es cenar antes de las 21 horas. Aunque las horas de luz llevan
a retrasar esta comida a las diez de la noche, este horario, una costumbre muy
arraigada en nuestro país, provocará que perder peso sea una misión más
difícil. Lo ideal es realizar una cena ligera con una base de verduras y
proteínas dos o tres horas antes de acostarse.
9.
Utilizar la comida como 'bálsamo'. Unir los alimentos a
nuestras emociones es otro de los grandes errores que impiden adelgazar. Se ha
observado que quienes reconocen comer en respuesta a una situación de estrés
emocional tienen tres veces más riesgo de padecer sobrepeso u obesidad.
Recurrir al chocolate para aliviar la ansiedad no es buena idea; para combatir
el estrés los expertos aconsejan beber agua, dar un paseo, masticar chicle sin
azúcar o practicar alguna técnica de relajación.
10.
Ojo a las etiquetas. Leer las etiquetas puede ser de gran
ayuda a la hora de alcanzar el peso deseado. Reclamos como 'light', 'natural',
'bio' o 'bajo en grasas' esconden a veces productos poco sanos que engordan
tanto como los considerados 'convencionales'. Es imprescindible leer bien la
lista de ingredientes de las etiquetas, teniendo en cuenta que viene ordenada
de mayor a menor, según las cantidades. Y, como norma, evita siempre los ultraprocesados..