EUROPA PRESS
2 noviembre 2011
La dieta mediterránea
y el ejercicio pueden reducir los síntomas de la apnea del sueño
Investigadores de la Universidad de Creta, en Grecia,
aseguran que combinar la práctica del ejercicio físico con una dieta
mediterránea puede ayudar a los pacientes con apnea del sueño a mejorar o
mitigar algunos de sus síntomas, según los resultados de un estudio publicado
en la edición digital del 'European Respiratory Journal'.
En
este trabajo, dirigido por el profesor Christopher Papandreou,
se trataba de analizar el impacto que la dieta mediterránea puede tener en las
personas obesas con apnea del sueño, dado que la obesidad está presente en
entre el 20 y 40 por ciento de este síndrome, que afecta al 4 por ciento de la
población adulta.
Para
ello, incluyeron a 40 pacientes obesos de los que la mitad pasó a seguir una
dieta prudente y, los otros 20, fueron alimentados según la tradicional dieta
mediterránea. Además, en ambos casos se les recomendó la práctica de ejercicio
físico, al menos 30 minutos diarios de paseo.
En
ambos grupos, los pacientes también recibieron presión positiva continua de las
vías respiratorias (CPAP, en sus siglas en inglés),
que consiste en usar una máscara que genera una corriente de aire, manteniendo
abierta la vía aérea superior durante el sueño.
Al
inicio del estudio y seis meses más tarde, los investigadores monitorizaron a
los pacientes mediante un estudio del sueño, conocido como polisomnografía,
midiendo varios marcadores propios de la apnea del sueño, como la actividad
eléctrica en el cerebro, los movimientos oculares y los ronquidos.
Los
resultados mostraron que las personas que siguieron la dieta mediterránea
tenían un menor número de alteraciones, conocidas como apneas, durante la etapa
del sueño REM, que normalmente representa en torno al 25 por ciento del total
de sueño durante la noche.
Los
resultados también revelaron que las personas que siguieron la dieta
mediterránea también mostraron una mayor adherencia a la dieta restringida en
calorías, el aumento de la actividad física y una mayor disminución de la grasa
abdominal.
Los
resultados de esta pequeña muestra ha evidenciado una
mejora durante una etapa de sueño para las personas con apnea del sueño aunque,
sin embargo, no mostraron una mejora global de la severidad de la enfermedad.
Por
ello, los autores sugieren que son necesarios otros estudios con una muestra
más grande para comprender plenamente los beneficios de esta dieta.
"Este
es el primer estudio examina el impacto de la dieta mediterránea en combinación
con la actividad física en la apnea del sueño", explica Papandreou, recordando como otros estudios han relacionado
recientemente un aumento de las perturbaciones durante el sueño REM con el
riesgo de desarrollar importantes consecuencias sistémicas, como la diabetes
tipo 2.