LA RAZON
28 mayo 2011
Dukan: ¿Camino hacia la desnutrición?
Es la última moda para adelgazar, pese a que los expertos la
califiquen de «ineficaz y fraudulenta». La clave de su éxito radica en abusar
de las proteínas, excluir los carbohidratos y minimizar la ingesta de frutas y
verduras. Saturar el hígado y los riñones, calambres y fatiga son algunos de
sus «efectos secundarios»
La
llegada del buen tiempo conduce, irremediablemente, a pensar en dieta. Aunque
todavía el calendario nos concede una tregua para lucir el bikini, esta época
resulta la más propicia para «devorar» cualquier dieta que, si además promete
perder peso en tiempo récord y sin esfuerzo, mucho mejor. Este año es el turno
de la dieta Dukan. Un sistema de adelgazamiento
creado por el nutricionista francés Pierre Dukan que,
gracias a su libro «El método Dukan», asegura que es
posible, a través de cuatro fases –ataque, crucero, consolidación y estabilización– en las que el ingrediente estrella son las
proteínas, perder peso a un ritmo vertiginoso y no volver a recuperarlo. Su
éxito, al que un gran número de españoles se han unido, radica en una feroz
campaña de márketing, una web
interactiva traducida a muchos idiomas y el respaldo de famosas como Penélope
Cruz y Kate Middleton,
entre otras. Ante tanto revuelo nutricional, la opinión de los expertos es
clara y contundente: «La dieta Dukan cumple las
características de una dieta fraudulenta», denuncian desde la Asociación
Española de Dietistas-Nutricionistas (AEDN). De hecho, un informe publicado en
noviembre de 2010 por la Agencia Francesa para la Seguridad Alimentaria,
del Medio Ambiente y Ocupacional (ANSES) sostiene que este método «es
arriesgado y puede comportar desequilibrios nutricionales, alteraciones
somáticas, psicológicas, hormonales, de crecimiento o rendimiento». Alimentos
indispensables para el consumo humano como el pan, la pasta, el arroz, las
patatas, el aceite y los azúcares no tienen cabida para el doctor Dukan y contradice a la comunidad médica afirmando que
«sólo las proteínas son indispensables para nuestra existencia». Así, la carne,
los huevos, el pescado y la avena en cantidades desorbitadas son el pilar sobre
el que se sustenta esta dieta radical.
Más
allá del libro, el método Dukan ha apostado por internet como manera de expandirse todavía más. Desde la
Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) denuncian que «a medida que pasan
los días y las semanas, un programa de «coaching»
online intenta motivar al usuario. Bajo una engañosa apariencia de dieta
personalizada, la aplicación olvida preguntar datos tan importantes como si se
padece alguna enfermedad e ignora por completo los antecedentes personales y
familiares. Además, esta asociación ve alarmante «la libertad con la que se
concede la meta para fijar el peso, ya que sólo preguntan la altura y como
único límite establecen no desear pesar menos de 40 kilos. Y, por supuesto,
nada de esto sale gratis: el tratamiento cuesta 150 euros y dura ocho meses».
La estrategia del nutricionista francés consiste en adelgazar a base de
movilizar las reservas de energía como la grasa y el glucógeno. Aunque es
cierto que de esta manera se puede lograr una pérdida de peso rápida, los
inconvenientes y riesgos para la salud superan con creces las ventajas. Según
Jesús Román Martínez, profesor y presidente del comité científico de la
Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA), «en
general, el cuerpo se adapta muy bien a todo tipo de maniobras dietéticas si
duran poco tiempo. Comer avena no parece una garantía de aporte de los
carbohidratos necesarios, por lo que no sería extraño que se produjera una
sensación de cansancio, falta de apetito, náuseas y problemas digestivos. Si se
prolongan en el tiempo, empiezan a aparecer carencias nutricionales
importantes».
Sobrecargar al organismo
El
hecho de abusar de las proteínas supone, para Elena Pérez Montero,
nutricionista del Hospital Universitario Quirón de Madrid, «sobrecargar al
organismo con un porcentaje de proteínas mayor a sus requerimientos. Existen
multitud de trabajos publicados que indican que una alimentación basada en
proteínas animales puede aumentar el riesgo de enfermedades como la diabetes o
la patología cardiovascular». Además, «las dietas hiperproteícas
sólo están indicadas en determinados pacientes que requieren un mayor aporte de
este nutriente como quemados, pacientes con cáncer o aquellos que se someten a
entrenamientos de alta intensidad, aunque el incremento es levemente superior,
un 20 por ciento, frente al 15 por ciento establecido. Sin embargo, la dieta Dukan sobrepasa muy por encima estos valores, por lo que no
es recomendable seguirla».
Optar
por los consejos del nutricionista francés supone, para el doctor Vicente Orós Espinosa, miembro del Grupo de Nutrición de la
Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), «poner en riesgo
la función hepática y renal, además del sistema musculoesquelético».
Asimismo, esta dieta, según la doctora Susana Monereo,
responsable del Grupo de Trabajo de Obesidad de la Sociedad Española de
Endocrinología y Nutrición (SEEN), «es desequilibrada en macro y micronutrientes. Tiene un efecto sobre la pérdida de peso
ya que induce un cuadro de cetosis que se produce al
quemar la grasa y las proteínas como sustrato energético». No hay que olvidar,
continúa la experta, que los problemas que conlleva esta dieta son «cansancio,
estreñimiento y alteraciones del estado de ánimo, entre otros. El problema de
este tipo de dietas es que no enseñan a comer y cuando la persona lo deje
volverá a las costumbres que le han llevado a la obesidad».
Sin aval científico
Pese
al club de fans de Pierre Dukan,
resulta llamativo que no haya publicado su método en ninguna revista
científica. Según los nutricionistas, «las palabras del autor y las
experiencias personales de sus testigos no tienen ninguna validez desde el
punto de vista de la evidencia científica o de la salud publica». De hecho, la
Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición ha colocado este método dentro
de las «dietas yo yó» junto con la dieta del sirope
de arce y la sopa «quemagrasas», entre otras. En
noviembre del pasado año, el catedrático de Nutrición de la Universidad de
Navarra realizó un estudio en el que afirma que el aumento moderado de
proteínas y la reducción de alimentos con un alto índice glucémico
ayuda a mantener una dieta saludable y no recuperar los kilos perdidos. El
trabajo, publicado en la revista «New England Journal of Medicine», nada tiene que ver con la dieta Dukan porque según su autor, lo más útil para perder peso
no es contar las calorías, sino saber que la calidad de éstas no es igual en
función de la capacidad de los alimentos para convertirse en energía una vez
que llegan al organismo. «Las lentejas, por ejemplo, tardan bastante tiempo en
convertirse en glucosa una vez que las ingerimos y lo mismo sucede con las
legumbres, los cereales integrales, las frutas, las verduras y las carnes
magras».
Si
este plan cuenta con el reconocimiento científico y supone una garantía para
tener la báscula a raya, su autor no entiende que el método Dukan
prescinda de alimentos tan básicos como la fruta o las legumbres. «El no tomar
frutas y verduras durante un periodo de tiempo conlleva, a medio plazo, a un
riesgo de deficiencia de minerales y vitaminas y coloca a la persona a un
cierto riesgo de desnutrición», advierte. Asimismo, la OCU denuncia que
«resulta preocupante que en programa Dukan online
ingerir una pieza de fruta se califique como un desvío importante». Además, en
la estricta programación de comidas a la que someten a sus seguidores, según los
consumidores, «se aprecia una considerable falta de realismo a la hora de
adaptar la dieta a las particularidades de cada país y cultura. Por ejemplo,
como menú clásico y rutinario sugieren carpaccio de
bacalao fresco con chalotas, hígado de ternera con
vinagre de frambuesa y huevos con leche». Una vez alcanzado el peso deseado, Dukan sugiere para mantenerlo elegir un día de la semana
para tomar sólo proteínas e ingerir a diario tres cucharadas de avena por su
aporte de fibras. «Si un día haces esta dieta y el resto comes lo que quieres,
engordarás», asegura Pérez.