EL PAIS
11 septiembre 2011
Pocos milagros en la
dieta Dukan
Ana Teruel
El 80% de sus seguidores en Francia, el país pionero, ha
recuperado el peso. Las instituciones sanitarias recuerdan el riesgo del exceso
de proteínas.
Sigue
siendo el régimen de moda en España. El nutricionista francés Pierre Dukan ha conseguido 12 millones de lectores de su
libro-guía para seguir la dieta. Pero ya ha pasado el tiempo necesario,
especialmente en Francia, donde comenzó a popularizarse hace una década, para
evaluar su eficacia: el efecto rebote -la recuperación de los kilos perdidos- y
la posible relación del método con alteraciones renales y otros desajustes
sanitarios ensombrecen la dieta milagro por excelencia: fuera kilos en cuestión
de días y comer hasta hartarse (entre 70 alimentos). Así lo han recordado de
nuevo las autoridades sanitarias francesas y avalados recientes sondeos.
Buena
parte de los seguidores de Dukan han formado una
comunidad compacta que en las webs se hacen llamar
"los dukanianos" y defienden a machamartillo
las virtudes del método. Pero dos encuestas de las revistas digitales Santé-médecine y Journal de Femme, entre 5.000
personas sometidas a adelgazamiento con la dieta Dukan,
revelan que el 80% recupera su peso inicial al cabo de cuatro años; el 35% lo
hace en los primeros meses; el 48%, antes de un año, y el 64%, antes de los
dos. Los del tercer año suman el 70%. Los datos de la Agencia Nacional de
Seguridad Sanitaria de la Alimentación francesa (Anses)
son más demoledores: el porcentaje de la recuperación del peso sí es del 80%,
pero ocurre durante los primeros 12 meses de la dieta.
Ante
estas cifras y las cautelas sanitarias de la Administración francesa, Dukan contraataca lanzando una gran consulta a escala
europea para el seguimiento de sus pacientes. El nutricionista ha enviado una
carta a centenares de generalistas franceses en la
que les pide que informen sobre el seguimiento de adictos a su método. Antes de
fin de año hará lo mismo con los médicos españoles. La consulta se ampliará a
Reino Unido, Italia y EE.UU.
"La
razón del efecto rebote es simple: nuestro organismo se resiste mucho a la
pérdida de peso, estamos programados más bien para almacenar", explica Irène Margaritis, nutricionista
de Anses. Al iniciar un régimen, "el primer reflejo
del metabolismo va a ser ponerse en modo economía, y eso hace que a largo plazo
para la misma cantidad de comida vamos a quemar menos", añade.
"Nosotros
barajamos cifras muy diferentes", replica Pierre Dukan.
Otro estudio llevado a cabo a petición del nutricionista por el instituto de
sondeos Ifop muestra que el 79% de los pacientes han
logrado estabilizar su peso en menos de un año. "Incluso aceptando el 80%
de pacientes que recuperan el peso anterior, lo consideraríamos ya un
éxito", añade el nutricionista, "porque en las dietas hipocalóricas
tradicionales el 95% de los pacientes recuperan el peso. Aunque solo lográramos
ese 15% adicional ya estaríamos satisfechos".
En
los casos en los que se retoma el peso inicial, los dukanianos
alegan que la responsabilidad es del paciente, que no se ajusta bien a la fase
final. El método se divide en cuatro fases: la primera "de ataque",
de pocos días, es la más restrictiva. Sigue una segunda "de crucero",
destinada a llegar al "peso justo", con la pérdida de un kilo por
semana. Después viene "la consolidación", que corresponde a 10 días
de dieta por kilo perdido. Finalmente, la "estabilización": es para
toda la vida y consiste en un día por mes de solo proteínas, olvidarse del
ascensor y caminar media hora diaria. Además del efecto rebote, el estudio de Anses advierte sobre los riesgos sanitarios asociados a
este tipo de regímenes: disminución de la masa ósea, problemas hepáticos,
insuficiencias renales e incluso depresión.
En
el caso de la dieta Dukan apunta que aporta proteínas
en una cantidad que triplica la recomendada y sin embargo el déficit de fibra
es 10 veces mayor del adecuado. Incluso tomando el salvado de avena incluido en
el régimen, la dieta sigue sin cumplir con los aportes recomendados, según Anses.
En
España, los centros sanitarios consultados comentan que han encontrado
dolencias relacionadas con el desequilibrio nutricional en pacientes seguidores
de la dieta Dukan, como problemas renales, colesterol
elevado, deshidratación, hinchazón de tobillos o cefaleas persistentes, pero
consideran prematuro atribuir al régimen dichas dolencias. "Solo son
sospechas. Falta tiempo para convertirlas en certezas o desechar la vinculación
con el régimen", ha sido la respuesta habitual.
En
los foros de control de peso de Internet, la inmensa mayoría de personas que
abandonaron aseguran haberlo hecho por "fatiga persistente", en
algunos casos incapacitante para llevar una vida
normal. El segundo motivo de deserción es el deseo irrefrenable de tomar fruta
y verdura, alimentos prohibidos temporalmente.
El
Ministerio de Sanidad recuerda su desconfianza en las dietas milagro. La
Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas difundió un duro informe la
pasada primavera, en el que calificaba el método Dukan
de "fraude".
El
catedrático de Medicina Preventiva de la Universidad de Navarra y experto en
obesidad Miguel Ángel Martínez-González no se sorprende ante la decepción que
dietas como esta generan entre sus seguidores -"ya se veía venir"-, y
alerta sobre los problemas sanitarios que pueden llegar con el tiempo.
Martínez-González es uno de los coordinadores de un estudio a escala nacional
iniciado en 2003 para observar los efectos adelgazantes de la dieta que
"reconocemos como propia y viene avalada por milenios de beneficios la
mediterránea".
Este
especialista asegura que la clave del éxito de un régimen radica en que sea
"nuestro y reconocible", es decir, que corresponda a los hábitos
alimenticios del entorno y esté acorde con su cultura. En los ensayos con 7.000
pacientes que lleva a cabo con otros médicos y con el Instituto Carlos III han
constatado que la dieta mediterránea no adulterada, es decir, la que se basa en
las ensaladas, verduras, fruta, legumbres, pescado y poca carne, ha conseguido
bajadas de peso estable, incluso enriquecida con un extra de aceite de oliva y
frutos secos.
En
la dieta mediterránea no caben ni hasta los tres chuletones
para cenar permitidos por Dukan ni los sobres
proteicos, la dieta de leche y plátanos, las barritas concentradas... "Todo
eso nos es ajeno". Es como si nuestros genes reconocieran los sabores de
la infancia y "siendo sabores tan ricos, pelearan hasta
recuperarlos", bromea el especialista.
Adelgazar en grupo
La
colaboración del sistema sanitario con dietas saludables es la mejor forma de
perder peso. Así lo asegura la revista científica The
Lancet en un estudio llevado a cabo con 772 adultos
con sobrepeso elegidos al azar en Reino Unido, Alemania y Australia, publicado
el pasado jueves.
Dichos
pacientes fueron divididos en dos grupos, uno que siguió durante 12 meses el
tratamiento estándar de atención primaria para adelgazar y otro al que le fue
ofrecido el método de Weight Watchers
(Vigilantes de Peso), un sistema creado hace medio siglo en Estados Unidos y
que consiste en otorgar puntos a los alimentos según su valor calórico.
Cada
paciente administra la ingesta sabiendo cuál es el límite de puntos asignados
para perder peso. Una parte importante de la dieta de los Vigilantes de Peso
son las reuniones semanales de terapia de grupo, donde se explican los éxitos y
fracasos a otros compañeros de método.
Los
resultados fueron que el grupo que siguió el método de Weight
Watchers perdió el doble de peso frente al que solo
siguió el tratamiento del médico de cabecera. El hecho de asistir cada semana a
la reunión de grupo les ayudó en su adelgazamiento. Dijeron que a su médico
solo acudían una vez al mes y el contacto con los otros pacientes les sirvió de
refuerzo.
The Lancet recuerda en el estudio que la obesidad es un
problema sanitario global, que afecta a 1.000 millones de personas en todo el
mundo con sobrepeso, más 300 millones con obesidad. El exceso de peso es la
raíz de un 44% de los casos mundiales de diabetes, el 23% de enfermedades
cardiacas isquémicas y entre un 7% y un 41% de
ciertos cánceres.