EUROPA
PRESS
15 marzo
2023
Diabetes
y obesidad, dos nuevos riesgo que reduce la cafeína
Un nivel elevado de cafeína en sangre
podría frenar la cantidad de grasa corporal que tiene una persona y su riesgo
de diabetes tipo 2, sugiere una investigación publicada en la revista de acceso
abierto 'BMJ Medicine'.
A la luz de sus hallazgos, los investigadores afirman que
probablemente ahora merezca la pena explorar el papel potencial de las bebidas
con cafeína sin calorías para reducir los riesgos de obesidad y diabetes de
tipo 2.
Investigaciones publicadas anteriormente indican que tomar
de 3 a 5 tazas diarias de café, una fuente rica en cafeína se asocia a un menor
riesgo de diabetes de tipo 2 y enfermedades cardiovasculares, señalan los
investigadores. Una taza media de café contiene entre 70 y 150 mg de cafeína.
Pero la mayoría de las investigaciones publicadas hasta la
fecha se refieren a estudios observacionales, que no pueden establecer con
fiabilidad efectos causales, debido a los otros factores potencialmente
influyentes que intervienen, señalan los investigadores.
Además, es difícil separar los efectos específicos de la
cafeína de los de otros compuestos presentes en las bebidas y alimentos con
cafeína, añaden.
Para intentar superar estos problemas, los investigadores utilizaron
la aleatorización mendeliana para averiguar qué efecto tienen unos niveles más
altos de cafeína en sangre sobre la grasa corporal y los riesgos a largo plazo
de padecer diabetes de tipo 2 y las principales enfermedades cardiovasculares:
arteriopatía coronaria, ictus, insuficiencia cardiaca y ritmo cardiaco
irregular (fibrilación auricular).
La aleatorización mendeliana es una técnica que utiliza
variantes genéticas como sustitutos de un factor de riesgo concreto (en este
caso, los niveles de cafeína en sangre) para obtener pruebas genéticas que
respalden un resultado concreto (en este estudio, el peso (IMC) y el riesgo de
diabetes de tipo 2).
Los investigadores analizaron el papel de dos variantes
genéticas comunes de los genes CYP1A2 y AHR en casi 10.000 personas de
ascendencia predominantemente europea, que participaban en 6 estudios a largo
plazo. Los genes CYP1A2 y AHR están relacionados con la velocidad del
metabolismo de la cafeína en el organismo.
Las personas portadoras de variantes genéticas asociadas a
un metabolismo más lento de la cafeína beben, por término medio, menos café y,
sin embargo, tienen niveles más altos de cafeína en sangre que las personas que
la metabolizan rápidamente para alcanzar o conservar los niveles necesarios
para sus efectos estimulantes.
Los resultados del análisis mostraron que los niveles más
altos de cafeína en sangre predichos genéticamente se asociaban a un menor peso
(IMC) y grasa corporal.
Los niveles más altos de cafeína en sangre predichos
genéticamente también se asociaron a un menor riesgo de diabetes de tipo 2.
A continuación, los investigadores utilizaron la
aleatorización mendeliana para explorar en mayor profundidad hasta qué punto
cualquier efecto de la cafeína sobre el riesgo de diabetes de tipo 2 podría
deberse principalmente a la pérdida de peso simultánea.
Los resultados mostraron que la pérdida de peso impulsó casi
la mitad (43%) del efecto de la cafeína sobre el riesgo de diabetes tipo 2. No
surgieron asociaciones sólidas entre los niveles de cafeína en sangre predichos
genéticamente y el riesgo de cualquiera de las enfermedades cardiovasculares
estudiadas.
Los investigadores reconocen varias limitaciones en sus
hallazgos, como el uso de sólo dos variantes genéticas y la inclusión únicamente
de personas de ascendencia europea.
Pero se sabe que la cafeína estimula el metabolismo, aumenta
la quema de grasas y reduce el apetito, explican. Y se calcula que una ingesta
diaria de 100 mg aumenta el gasto energético en unas 100 calorías al día, lo
que podría reducir el riesgo de desarrollar obesidad.
"Nuestro hallazgo de aleatorización mendeliana sugiere
que la cafeína podría explicar, al menos en parte, la asociación inversa entre
el consumo de café y el riesgo de diabetes de tipo 2 --escriben los
investigadores. Se justifica la realización de ensayos controlados aleatorios
para evaluar si las bebidas no calóricas que contienen cafeína podrían
contribuir a reducir el riesgo de obesidad y diabetes de tipo 2",
concluyen.