EUROPA
PRESS
19 diciembre
2023
El
CSIC y Bioinicia codesarrollan productos cosméticos
más sostenibles y compuestos sólo por ingredientes bioactivos
El Consejo Superior de Investigaciones
Científicas (CSIC) y su empresa basada en el conocimiento (EBC) o 'spin-off', Bioinicia, han patentado conjuntamente una tecnología que
permite crear productos cosméticos, compuestos en su totalidad por ingredientes
bioactivos con eficacia probada en ensayos 'in vivo'.
Mediante esta técnica, los ingredientes se encapsulan en
fibras ultra finas e hidrosolubles, compuestas también por bioactivos
cosméticos. La tecnología, testada dermatológicamente, permite prescindir de
todos los excipientes, conservantes y aditivos de los cosméticos
convencionales, a la vez que maximiza la penetración y la eficacia de los
ingredientes bioactivos. Los primeros productos desarrollados con esta
tecnología llegarán al mercado en 2024.
Mediante esta tecnología, el CSIC y Bioinicia,
a través de su marca Bioinicia Cosmetics, han
desarrollado una nueva línea de productos cosméticos totalmente naturales y
veganos para el cuidado y la mejora de la salud de la piel. "Están
compuestos únicamente por ingredientes bioactivos, creando una nueva generación
cosmética, la cosmética pura", asegura José María Lagarón,
investigador del CSIC en el Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos
(IATA) y fundador de Bioinicia.
La tecnología se basa en el procesado electro-hidrodinámico
de efecto técnico Fiber Boost,
que aumenta en más de diez veces la penetración de los activos. Estas fibras
son 100 veces más finas que el grosor de un cabello humano, y se funden
instantáneamente al contacto con la piel aportando un efecto cosmético
claramente apreciable en sólo tres segundos de aplicación.
"Su doble mecanismo de acción es la clave. Las fibras
ultra finas se adhieren y adaptan a la perfección al relieve cutáneo y entregan
los activos de manera más homogénea y efectiva. De hecho, hemos medido que
algunos bioactivos penetran hasta 10 veces más que en formulaciones líquidas
convencionales", explica José María Lagarón.
"Además, los activos quedan protegidos dentro de las
fibras, manteniendo todas sus propiedades intactas y maximizando su
eficacia", puntualiza la investigadora.
A la vez que maximiza la penetración y la eficacia de los
ingredientes activos, la tecnología, que ha sido testada dermatológicamente
incluso en pieles sensibles, permite también prescindir de todos los
excipientes, conservantes y aditivos que estructuran y estabilizan los
cosméticos convencionales. "Esto supone una triple conquista de la
sostenibilidad en el ámbito cosmético", destaca Lagarón.
Así, la tecnología patentada por el CSIC y Bioinicia reduce el consumo y transporte innecesario de
materias primas y sustancias sin propiedades cosméticas para la piel,
eliminando el agua del producto como recurso natural que normalmente compone
del 60 al 95% de los cosméticos convencionales. También reduce el consumo
energético necesario para la producción, ya que la tecnología permite la
fabricación a temperatura ambiente.