EL
MUNDO
19 marzo
2023
Todo
sobre el cambio de color de ojos, una posibilidad nada recomendada
La operación para cambiar el color de
ojos con el que nacimos es una intervención quirúrgica que empieza a estar de
moda en nuestro país y que como todas las cirugías no está exenta de riesgos
Presumir de retoques estéticos en las redes sociales se ha
convertido en algo habitual: hilos tensores, rellenos de labios, inyecciones de
ácido hialurónico y rinomodelaciones son algo del día
a día en TikTok e Instagram. Pero la vuelta de tuerca
ha llegado con la operación de cambio de color de ojos, una intervención
incipiente en nuestro país no exenta de riesgos y que ha desatado la polémica.
Parece que el uso de lentillas de colores para conseguir una tonalidad diferente
de forma temporal ya no es suficiente, y siempre hay quien está dispuesto a
jugarse la salud y quien acepta hacerlo dejando a un lado su ética profesional.
¿Qué métodos existen para cambiar el color de los ojos?
Si en este momento quisiésemos cambiar el color de nuestros
ojos, básicamente encontraríamos cuatro formas de hacerlo:
•
Lentes de contacto pigmentadas. Nos referimos a las clásicas
lentillas, y las podemos encontrar en el mercado en una amplia gama de colores.
Al usarlas debemos seguir unas normas básicas de higiene, las mismas que para
las lentes de contacto graduadas, y son con diferencia el método menos
arriesgado. Eso sí, el cambio de color durará únicamente las horas que tengamos
puesta la lentilla. En cuanto la retiremos volveremos a ver nuestros ojos de su
color original.
•
Iris artificiales. Se trata de unas piezas de silicona que
se implantan de forma intraocular, dentro del ojo, mediante una cirugía
compleja y no exenta de riesgos. Si se complica, podemos llegar a sufrir desde
una infección hasta glaucoma por obstrucción de la salida del humor acuoso del
ojo o incluso una descompensación corneal que puede acabar en cataratas o
teniendo que necesitar un trasplante en el peor de los casos.
•
Despigmentación con láser. El iris es la parte coloreada del
ojo, y en este tratamiento lo que se busca es destruir de forma irreversible
tejido del iris con el fin de eliminar su pigmento. Esos gránulos de pigmento
no desaparecen sin más, si no que se quedan dentro de las estructuras del ojo,
y entre los peligros que entraña esta técnica están la aparición de glaucoma,
uveítis, daños en el nervio óptico y cataratas.
•
Queratopigmentación. Con este procedimiento se
aplica una especie de tatuaje permanente en el ojo. Básicamente consiste en
cambiar el color de la córnea, que es la capa transparente más externa del ojo,
tiñéndola del color elegido por el paciente. En el caso de la influencer española que avivó la polémica tras mostrar su
intervención estética, este fue el método elegido.
Pero ¿se puede elegir color?
Con las lentes de contacto, la tinción y los iris
artificiales sí es posible, pero con el láser no. El color resultante siempre
va a ser el azul, independientemente de si ese es el color que buscamos o no,
ya que es el único que aparece tras eliminar los gránulos de melanina de
nuestro iris.
La despigmentación con láser, ¿es legal?
Es legal hacerlo, pero desde luego nada ético. No en vano
este procedimiento está totalmente desaconsejado por las sociedades españolas
de Oftalmología y carece de evidencia científica que avale su uso.
¿Qué riesgos tiene el cambio de color realizado por la 'influencer' española?
El procedimiento escogido en este caso fue la queratopigmentación, la tinción de la córnea. La primera
consecuencia directa de esta técnica es que la córnea deja de ser transparente,
sólo se libra la zona central de ojo, la pupila. Esto dificultará desde ese
momento cualquier exploración de las estructuras del interior del ojo,
complicando incluso la detección de glaucoma o desprendimiento de retina.
Sólo indicar, además, que la Academia Estadounidense de
Oftalmología y la Sociedad Española de Oftalmología consideran que esta técnica
conlleva un alto riesgo de seguridad e indican que se desconocen sus
consecuencias a largo plazo.