EUROPA
PRESS
13 marzo
2024
Cómo
ayuda el placer a la atrofia vulvovaginal, y otros consejos para evitar sus
síntomas
La atrofia vulvovaginal puede llegar a
ser bastante incómoda para la mujer menopáusica, y para aquella que se
encuentra en el climaterio. De hecho, muchas consultan por sequedad, escozor, y
molestias vaginales en esta etapa de la vida. En este artículo vamos a ofrecer
alguna 'receta' que puede servir para mejorar esta situación de la mujer.
Y es que según defiende en una entrevista con Infosalus Alberta Mª Fabris, ginecóloga y fundadora de Zentro Empatía, la atrofia vulvovaginal tiene lugar como
consecuencia de que se reduce, y después desaparece la Fabris, ginecóloga y
fundadora de Zentro Empatía, la atrofia vulvovaginal
tiene lugar como consecuencia de que se reduce, y después desaparece la pueden
aliviar previamente sus síntomas.
"Normalmente, la mucosa vaginal o parte interna de los
genitales femeninos es rosada, por el flujo sanguíneo, y por los estrógenos,
aparte de que está humedecida por las secreciones vaginales. Pero con el
climaterio, y después con la menopausia, poco a poco se va atrofiando, está más
seca, y las mujeres notan molestias, como que la vulva está más blanquecina,
más lisa y fina, que es más frágil y que se agrieta. La anatomía cambia y puede
ser molesto", explica la doctora, al tiempo que resalta que, en
consecuencia, son muchas las mujeres que cesan sus relaciones de pareja.
Un motivo de consulta
Señala la doctora Fabris que, junto con los sofocos,
supondría una de las razones por las que consultan. Aquí destaca que es
importante pedir ayuda en estos casos y que ésta no tiene por qué ser siempre
medicalizada, sino que hay otras opciones previas, como cambios en el estilo de
vida, o de hábitos, que pueden mejorar esa sensación de sequedad tan
inoportuna.
"Hay cambios en el estilo de vida, cosas que se pueden
hacer que no son medicamentos y que pueden mejorar esa sensación de sequedad en
la medicamentos y que pueden mejorar esa sensación de sequedad en la mujer.
Tales como ejercicios de movilidad cadera y estiramientos, la gimnasia
abdominal hipopresiva, el empleo de lubricantes como el aceite de coco o de
aguacate ecológico para mantener hidratada la zona, tomar suplementos de espino
amarillo; hay medicamentos obviamente también que pueden hacer que la mucosa
esté más hidratada", reconoce la doctora Fabris.
Por otro lado, resalta que desde su consulta mucho hacen
hincapié en la importancia de la actividad sexual y, por ejemplo, aconseja el
empleo de vibradores o de estimuladores de la zona clitoriana en el tratamiento
de la atrofia vulvovaginal. "Con ellos llega mucho estímulo nervioso a la
zona, y la sangre se redirige hacia ahí, evitando que las zonas se hagan más
pequeñas y se dé esa sintomatología de la atrofia vulvovaginal. El placer
mejora nuestra salud vulvovaginal. No hay que olvidarlo", remarca la
doctora Fabris.
En este sentido, lamenta esta experta que muchas mujeres ven
normal el cese del sexo en la menopausia, que éste vaya desapareciendo:
"Hay una cultura que relaciona la menopausia con el fin inevitable de que
no haya placer y con que haya molestias. Pero si hablas con las mujeres y
profundizas se les puede aconsejar porque esto no tiene por qué ser así. Hay
muchas herramientas para mantener la vulva y la vagina 'vivas', o cambios en la
vida sexual para seguir disfrutando si a una le apetece", zanja esta
especialista del Zentro Empatía de Madrid.
Fabris ha escrito 'Señoras' (Arpa), junto con la
farmacéutica y dietista-nutricionista Elena del Estal,
con la sexóloga y psicóloga Adriana F. Caamaño, y con la fisioterapeuta y
osteópata especializada en obstetricia y uroginecología
Tania R.Manglano.