EL ECONOMISTA
20 julio 2011
Identifican un potente
antioxidante de origen natural en plantas de tomate
Los antioxidantes poseen propiedades para la prevención de
las enfermedades coronarias y el cáncer.
Un
equipo de investigadores del Instituto de Biología Molecular y Celular de
Plantas (IBMCP), centro mixto de la Universitat Politècnica de València (UPV) y
el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha identificado un
novedoso y potente antioxidante natural en plantas de tomate. Se trata de una
sustancia fenólica que sintetiza la planta de tomate
cuando se ve sometida a un estrés biótico y que hasta el momento era totalmente
desconocida, ha informado la institución académica en un comunicado.
La
UPV y el CSIC han registrado la patente nacional e internacional del nuevo
antioxidante descubierto, así como del procedimiento para aislarlo en
laboratorio y también sintetizarlo químicamente. El hallazgo ha sido publicado
recientemente en la revista 'Environmental and Experimental Botany'.
Según
apuntan los investigadores del IBMCP, el poder antioxidante de este nuevo
compuesto es mucho mayor --catorce veces más-- que el que posee, por ejemplo,
el resveratrol, conocido antioxidante presente en el
vino tinto, capaz de retardar el envejecimiento celular. Además, es cuatro
veces y media más potente que la vitamina E y diez veces más que la vitamina C.
Sus
aplicaciones podrían ser múltiples. Así, por ejemplo, en la industria alimentaria podría utilizarse como conservante de alimentos
para el consumo humano y piensos para animales, por su acción como retardante de la oxidación de los lípidos. Este potente
antioxidante evitaría alteraciones tales como el enranciamiento
de grasas y aceites, lo cual merma extraordinariamente su calidad alimentaria. También podría utilizarse como suplemento para
productos funcionales.
Asimismo,
cabe destacar que los antioxidantes poseen propiedades beneficiosas para la
salud, como son la prevención de las enfermedades coronarias y el cáncer, por
lo que el compuesto podría tener grandes aplicaciones en la industria
farmacéutica.
Otros
posibles usos podrían darse en la industria petroquímica, como conservante de
la gasolina, y en la industria de polímeros, utilizándose en la fabricación de
fibras, productos de caucho, geotextiles y otros. En
este caso, el antioxidante se utilizaría como estabilizante
en el proceso de producción y para aumentar la vida útil del producto final.
Por
otro lado, en la industria cosmética podría emplearse en productos para el
cuidado de la piel, dadas sus posibles propiedades para la prevención del
envejecimiento.
Desde
los laboratorios ubicados en la Ciudad Politécnica de la Innovación, los
investigadores han descubierto esta sustancia, que está presente en plantas de
tomate sometidas a un estrés biótico y además, han desarrollado un proceso
sencillo y económico para su síntesis en el laboratorio.
Según
explica el equipo investigador del IBMCP, cuando una planta se ve instigada por
un agente estresante, reacciona y activa unos mecanismos que hacen que los
niveles de ciertos compuestos se alteren. "Muchos compuestos fenólicos son producidos por las plantas en respuesta a
estreses bióticos o abióticos y poseen múltiples efectos, entre ellos su
actividad antioxidante", apunta Vicente Conejero, director del grupo
investigador.
Fue
precisamente estudiando estas circunstancias anómalas -estrés- de las plantas,
cuando descubrieron la inducción de este compuesto. "Al igual que la
fiebre es una alarma asociada a mecanismos de defensa en humanos, en las
plantas enfermas dicha alarma consiste en la síntesis de una serie de
compuestos químicos. Uno de ellos -y que hasta ahora no se conocía- es el que
hemos descubierto y que presenta unas capacidades antioxidantes
extraordinarias. Y, además, somos capaces de sintetizarlo en nuestro
laboratorio", apuntan José María Bellés y María
Pilar López, investigadores del IBMCP.
En
este sentido, hay que señalar que el proceso de síntesis es sencillo y
económico por lo que, según apuntan los expertos del IBMCP, ya está preparado
para ser introducido en el mercado, ofreciendo además importantes ventajas
respecto al resto de antioxidantes comerciales.
Equipo
Las
investigaciones que han permitido descubrir esta nueva sustancia han sido
desarrolladas, fundamentalmente, por la doctora María Pilar López y el doctor
José María Bellés, con la colaboración de
Purificación Lisón e Ismael Rodrigo, todos ellos
pertenecientes al laboratorio de Señalización y Respuesta al Estrés Biótico del
IBMCP, bajo la dirección del doctor Vicente Conejero, todos ellos profesores
del Departamento de Biotecnología de la Universitat Politècnica de Valencia.
El
trabajo ha contado con el soporte económico del proyecto 'Estudios sobre la
respuesta defensiva de las plantas frente a patógenos', financiado por el
Ministerio de Ciencia e Innovación.