EUROPA
PRESS
30 diciembre
2022
En
qué consiste la anorgasmia en las mujeres, síntomas y características: ¿qué
deben saber las pacientes?
La anorgasmia significa ausencia de
orgasmo tanto en los hombres, como en las mujeres. Junto con el vaginismo
(imposibilidad para realizar el coito) y la dispareunia (dolor durante el
coito), la anorgasmia o trastorno orgásmico femenino es la problemática más
frecuente que encontramos en una consulta de sexología.
"Hablamos de anorgasmia cuando, durante el devenir de
la repuesta sexual fisiológica producida naturalmente como respuesta a una
actividad sexual efectiva, estimulante y excitante, se presenta una dificultad
persistente en el tiempo que impide experimentar un orgasmo", detalla en
una entrevista con Infosalus la doctora Rosa Abenoza Guardiola, médico general, sexóloga, y
psicoterapeuta del equipo del Instituto Médico Rosselló.
Ahora bien, esta experta precisa que, según los diferentes
umbrales individuales de sensibilidad al placer, la respuesta sexual produce reacciones
variables en cada mujer, así como en cada individuo independientemente de su
sexo, que se manifiestan en todo el cuerpo producto de la excitación sexual.
Se pueden distinguir diferentes tipos de orgasmos, en cuanto
al umbral de sensibilidad individual, aunque la
respuesta sexual neurofisiológica y su cascada de neurotransmisores que
intervienen en el orgasmo sea la misma, añade.
Concretamente, dice que se han descrito diferentes niveles
de umbrales de sensibilidad orgásmica, que van desde aquellas mujeres que
tienen capacidad orgásmica por estimulación únicamente de la fantasía; a
aquellas que tienen capacidad de sentir orgasmos por estimulación de zonas
erógenas no genitales; quienes solo sienten orgasmos por estimulación directa
del clítoris; a aquellas mujeres que presentan capacidad y habilidad orgásmica
durante la cópula.
"Clínicamente entendemos como anorgasmia o trastorno
orgásmico femenino a la ausencia, dificultad o gran retraso para experimentar
el orgasmo y/o sensaciones orgásmicas de intensidad frustrantemente
reducidas", apunta la doctora Rosa Abenoza.
La sensación persistente y mantenida de no "conseguir"
orgasmos, y acumular insatisfacción crónica provoca un estado de frustración y
malestar que se instala en la persona y/o la pareja terminando por producir
estrés, irascibilidad, sentimientos depresivos, ansiedad anticipatoria y una
expectativa distorsionada y desagradable de la actividad y/o encuentro sexual
que llevan muchas veces a rechazar y a evitar cualquier tipo de posibilidad de
encuentro o actividad sexual, con el fin de evitar lo que se anticipa como
fuente de malestar, advierte la experta de IMR.
"Habitualmente, cuando una persona o pareja llega a
esta situación, acude a consulta por el sufrimiento que les supone",
advierte, al tiempo que apunta que si atendemos a la clasificación clínica del
trastorno, se puede tipificar la anorgasmia en:
·
Primaria: nunca se ha experimentado un orgasmo.
·
Secundaria: se manifiestan tras un periodo de actividad
sexual satisfactorio
·
Generalizada o absoluta: si se da ausencia de orgasmo en
cualquier caso y/o situación
·
Situacional: si solo se produce orgasmo o la ausencia del
mismo en algunos casos o situaciones
"De todas ellas, la más frecuente es aquella que afecta
a la ausencia o dificultad para experimentar sensaciones orgásmicas durante el
coito. Sin especificar porcentajes afecta a un gran número de mujeres en
España", aclara la médico general, sexóloga y psicoterapeuta.
Sus posibles causas
Sobre sus posibles causas, la doctora Abenoza
subraya que la fisiología del orgasmo es "compleja y fácilmente
alterable" por múltiples factores. Apunta a causas orgánicas, psicógenas,
culturales desinformativas y mixtas, pero siempre vamos a observar diferentes
grados de intensidad y tipos de ansiedad que van a acompañar la expectativa de
encuentro y/o actividad sexual.
Respecto a las causas orgánicas la frecuencia que llega a
las consultas de sexología es baja y señala a: trastornos neurológicos como
lesiones medulares, neuropatías diabéticas, esclerosis múltiple, por ejemplo;
trastornos endocrinológicos y metabólicos como el hipotiroidismo, déficit de
testosterona, aumento anómalo de potasio, alteraciones de la glándula
suprarrenal o en la hipófisis, entre otras; trastornos ginecológicos como
vaginitis recurrentes graves, alteraciones del clítoris, alteraciones
estructurales de la pelvis, bajo tono de la musculatura del suelo pélvico,
deficiencias de lubricación genital.
Igualmente menciona enfermedades crónicas graves, como
insuficiencia renal crónica, artritis reumatoide, cáncer, enfermedad
cardiovascular, cistitis de repetición, y efectos secundarios de algunos
tratamientos farmacológicos y cirugías; aparte de trastornos psíquicos como
depresión mayor, alteraciones del humor, estrés crónico, entre otros.
Entre los factores o causas culturales y educacionales la
experta de IMR dice que encontramos como causa de anorgasmia una mala e
insuficiente técnica amatoria, desinformación sobre la respuesta sexual humana,
actitudes negativas por patrones educacionales restrictivos frente a la
sexualidad, adopción de un rol de espectador en alerta por miedo o temor a perder
el control, parejas disfuncionales o abusadoras, entre otras.
"Las causas que pueden producir anorgasmia femenina son
muchas y variadas, entre otras cosas por la complejidad que en sí misma tiene
la respuesta sexual humana y el orgasmo en particular. Podemos decir que las
causas del trastorno orgásmico femenino son multifactoriales y lo habitual es
que se imbriquen unas con otras, alterando o dificultando de esta forma la
respuesta orgásmica", reseña la especialista.
Sí tiene curación
Eso sí, afirma con rotundidad que la anorgasmia tiene
curación, y el tratamiento busca mejorar globalmente la respuesta sexual de la
mujer, que aprenda a desarrollar la habilidad de abandonarse y dejarse llevar
por las sensaciones sexuales, sin miedo ni expectativa.
"Además del tratamiento de la enfermedad base si la
hay, disponemos de algunos fármacos que pueden ayudar a mejorar la respuesta
sexual, pero en rigor el tratamiento de la anorgasmia pasa por terapia sexual.
(...) Normalmente las disfunciones sexuales se tratan en pareja, siempre que es
posible, porque el objeto de la terapia precisamente es la resolución
sintomática de la disfunción propiamente dicha, así como los encuentros
sexuales en sí", remarca.
A su vez, resalta que son muy importantes los cambios en el
estilo de vida de las pacientes, con una nutrición saludable, aprender a
manejar el estrés para que no se haga crónico, y termine estructurando un
trastorno de ansiedad, y acabar con el sedentarismo.
"El ejercicio diario planificado es fundamental para
deshacerse de ese estrés y generar endorfinas y dopamina, uno de los
neurotransmisores fundamentales que participan en la respuesta sexual y que mejora
nuestra disposición al placer, el bienestar y la resiliencia frente a la
adversidad", concluye la doctora Rosa Abenoza
Guardiola, médico general, sexóloga, y psicoterapeuta del equipo del Instituto
Médico Rosselló.