EUROPA PRESS
13 junio 2011
Los cambios en la
dieta afectan a los biomarcadores asociados al Alzheimer
Seguir una dieta baja en grasas saturadas e índice glicémico bajo parece modular el riesgo de desarrollar
demencia, una enfermedad que acaba convirtiéndose en Alzheimer,
aunque cambiar estos patrones de alimentación podría no proteger a aquellas
personas que ya sufren dificultades cognitivas. Así lo demuestra un estudio
desarrollado por investigadores estadounidenses y publicado este mes de junio
en 'Archives of Neurology'.
Anteriores
investigaciones ya habían sugerido la existencia de vínculos entre la dieta y
la capacidad cognitiva, según reseñan los autores de este último trabajo. Las
situaciones sanitarias en las que la resistencia a la insulina (la incapacidad
del organismo para utilizar la insulina de forma efectiva) es un factor --como
la obesidad, la diabetes tipo 2, las enfermedades cardiovasculares o los
niveles altos de colesterol-- han sido asociadas con un "envejecimiento
cerebral patológico".
Sin
embargo, estudios realizados sobre alimentos específicos no habían encontrado
evidencias concluyentes de la existencia de una influencia sobre el riesgo de Alzheimer. "Así --escriben los autores-- una
aproximación más prometedora al estudio sobre los factores dietéticos en Alzheimer podría implicar el uso de intervenciones
dietéticas completas, con mayor validez ecológica, y preservar el entorno
nutricional en el que se produce el consumo de grasa y carbohidrato".
El
equipo de Jennifer L. Bayer-Carter,
del Veterans Affairs Puget Sound Health
Care System, en Seattle, se propuso comparar una dieta rica en grasas
saturadas e hidratos de carbono simples --un patrón de macronutrientes
asociado con la diabetes tipo 2 y la resistencia a la insulina-- con una dieta
baja en grasas saturadas e hidratos de carbono simples. Las intervenciones se
denominaron HIGH y LOW, respectivamente.
Los
autores de este trabajo evaluaron los efectos de estas dos dietas en 20 adultos
mayores sanos y 29 adultos mayores que sufrían un deterioro cognitivo amnésico
leve (aMCI), lo que significa que experimentaban
algunos problemas de memoria. El aMCI avanzado se
considera a menudo un precursor del Alzheimer.
En
un ensayo controlado y randomizado que duró cuatro
semanas, un total de 24 participantes siguieron la dieta HIGH en otros 25 la
dieta LOW. Los investigadores estudiaron el comportamiento de estos
participantes con test de memoria, así como sus
niveles de biomarcadores --las sustancias biológicas
indicativas del Alzheimer--, como la insulina, el
colesterol, los niveles de glucosa en sangre, los niveles de lípidos en sangre
y los componentes del fluido cerebroespinal (CSF).
Los
resultados del estudio fueron diferentes para el grupo que tenía aMCI y para el grupo de participantes sanos. En este último
grupo, la dieta LOW redujo algunos de los biomarcadores
CSF de Alzheimer así como sus niveles totales de
colesterol. Sin embargo, entre los individuos como aMCI,
la dieta LOW incrementó los niveles de estos biomarcadores.
Algunos
cambios en los biomarcadores, como los niveles de
insulina CSF, fueron observados en ambos grupos. Adicionalmente, la dieta LOW
mejoró el comportamiento en los test de memoria
visual retardada tanto en los participantes sanos como en los que presentaban
una memoria deteriorada, pero no afecto a las puntaciones en otros indicadores
cognitivos.
Estos
resultados indican que, "para los adultos sanos, la dieta HIGH movió los biomarcadores CSF en una dirección que puede caracterizar
un estado pre-sintomático de Alzheimer".
Los autores creen que los diferentes resultados obtenidos en los participantes
con aMCI podrían demostrar que las intervenciones
dietéticas no son tan efectivas en etapas tardías del deterioro cognitivo.
"Los
efectos terapéuticos de una intervención dietética a largo plazo podrían ser
una prometedora vía de exploración", apuntan estos autores, quienes añaden
que, además, "identificar los cambios patofisiológicos
que subyacen bajo los efectos de la dieta pueden revelar importantes dianas
terapéuticas que pueden ser moduladas a través de intervenciones dietéticas o
farmacológicas dirigidas", concluyen.