EL
MUNDO
12 febrero
2024
Las
proteínas plasmáticas que avisan del riesgo de demencia y alzhéimer hasta 10
años antes
Pilar Pérez
En un estudio publicado en 'Nature Aging' recoge qué
biomarcadores de la sangre están asociados al riesgo de desarrollar demencia a
largo plazo
En los cuatro litros y medio, y hasta seis, de sangre que
tiene una persona pueden encontrarse los indicios de muchas enfermedades.
Algunas de ellas ni siquiera han dado la cara. La persona no sospecha que la tiene. Y menos que dentro de diez años sufrirá los primeros
síntomas. Esto sucede, por ejemplo, con las demencias, y más en concreto con la
enfermedad de Alzheimer.
Conocer qué hay que buscar en el plasma para tener pistas
que nos revelen estas circunstancias en el caso de las patologías neurodegenerativas
resulta tan valioso como emplear fármacos que las
frenen. Diferentes investigaciones y trabajos ponen en valor los biomarcadores
en sangre, "porque es la forma más efectiva y realista de buscar quién
desarrollará la enfermedad en el futuro", explica Pascual Sánchez,
secretario del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Española
de Neurología.
Un estudio publicado en el último número de Nature Aging apuntan
qué proteínas plasmáticas pueden usarse para predecir el riesgo de desarrollar
demencia por todas las causas, enfermedad de Alzheimer y demencia vascular más
de 10 años antes del diagnóstico.
"Es un trabajo interesante porque se ha llevado a cabo
con una muestra de personas muy amplia [52.654 adultos sanos, 1.417 tendrían
uno de los tipos de demencia] y durante un espacio de tiempo muy amplio [más de
14 años], aunque no se han analizado muchas proteínas [1.463]", apunta
Sánchez, también director Científico de la Fundación Centro de Investigación de
Enfermedades Neurológicas (CIEN), adscrita al Instituto de Salud Carlos III,
que cuenta con el apoyo y financiación adicional de la Fundación Reina Sofía.
Se trata de un investigación
realizada a partir de los datos que alberga el Biobanco de Reino Unido. El
equipo liderado por Jin-Tai Yu, Jian-Feng Feng y Wei
Cheng realizó un estudio detallado de los datos del proteoma de dicho biobanco
para identificar biomarcadores plasmáticos asociados con la predicción de la
demencia y explorar su potencial para predecir la neurodegeneración relacionada
con demencias en el futuro.
¿Cuáles son las proteínas de la sangre que avisan del
alzhéimer y otras demencias?
Los autores incluyeron datos de 52.645 participantes sin
demencias en su estudio. En el transcurso del período de seguimiento, se
diagnosticó algún tipo de demencia a 1.417 participantes (833 en 10 años,
incluidos 219 en 5 años, y 584 más allá de los 10 años). De las 1.463 proteínas
plasmáticas incluidas en el análisis, los autores encontraron que GFAP, NEFL,
GDF15 y LTBP2 guardaban una relación casi directa con los casos patológicos.
"Ya se conocía el papel de GFAP y NEFL, pero ahora
certificamos su empleo como herramienta predictiva precoz", subraya
Sánchez. Además, añade que "el estudio también resulta interesante porque
va recogiendo los datos en varias cohortes temporales". Se trata de la
medición de estas proteínas a los cinco, 10 y más de 10 años. "Sabemos que
no va a existir un único biomarcador, pero si podemos tener un conjunto de
ellos, las sospechas de neurodegeneración podrán ser confirmadas".
Algunas investigaciones anteriores ya han examinado el papel
de las proteínas plasmáticas como biomarcadores para predecir el riesgo de
demencia a largo plazo en adultos sanos, pero muchos se han centrado en una o
una pequeña cantidad de proteínas o carecían de un conjunto de datos tan grande
como el Biobanco del Reino Unido.
Pese a ello, al mismo tiempo, han ignorado cómo estas
proteínas pueden predecir la aparición de este tipo de enfermedades
neurodegenerativas durante largos períodos de tiempo (como una década). Por lo
tanto, se requieren estudios a gran escala con datos sobre biomarcadores
plasmáticos sanguíneos y demencias específicas, y un seguimiento a escala
decenal.
Con estas premisas Yu y sus coautores establecieron un
modelo predictivo para el riesgo de demencia por todas las causas, enfermedad
de Alzheimer y demencia vascular en el transcurso de 10 años.
Los resultados apuntan al descubrimiento de que las
proteínas (como GFAP) que previamente se sabía que estaban asociadas con la
demencia tenían un alto valor predictivo en el modelo. Los autores también
destacan que los niveles de GFAP comienzan a cambiar unos 10 años antes del
diagnóstico, lo que plantea la posibilidad de que GFAP pueda ser un biomarcador
potencial para la evaluación temprana de riesgos.
Estas proteínas tienen un papel el desarrollo de la demencia
y revelan algún tipo de daño cerebral. Por ejemplo, GFAP e es una proteína
cerebral específica de las células del astroglía, que
está implicada en diferentes procesos funcionales, como apoyar la actividad de
las neuronas. NEFL avisa de la muerte celular característica de las
enfermedades neurodegenerativas.
"Nos encontramos más cerca de poder emplear este tipo
de técnicas de predicción plasmática en la consulta, ya que de momento sólo se
usan en los laboratorios", explica Sánchez. El portavoz de la SEN pone
sobre la mesa la premisa necesaria para conseguirlo. "Tenemos que tener
fármacos que sirvan para modificar el curso de la enfermedad, no podemos diagnosticar
la demencia y no tener recursos para actuar antes".
Aquí, Sánchez indica que "tanto con lecanemab
[ya aprobado] como con donanemab [en vías de
conseguir aprobación] se realizan ensayos clínicos a largo plazo para evitar el
desarrollo de la enfermedad".
Sin embargo, Yu y sus colegas señalan que esta investigación
no ha sido validada en una cohorte externa e independiente. "Pese a esto,
es cierto que es complicado encontrar otro tipo de estudios con una muestra tan
grande que sirva para comparar y validar", apunta Sánchez.