EUROPA
PRESS
5 abril
2023
La
menopausia precoz, vinculada a mayor riesgo de Alzheimer
Las mujeres son más propensas que los
hombres a desarrollar la enfermedad de Alzheimer (EA), y constituyen dos
tercios de los pacientes. Un nuevo estudio ha comprobado que la edad temprana
de la menopausia puede ser un factor de riesgo de demencia por EA, pero que las
mujeres a las que se prescribió terapia hormonal (TH) alrededor de la edad de
inicio de la menopausia no mostraron un mayor riesgo, según publican sus autores
en la revista 'JAMA Neurology'.
"La TH es la forma más fiable de aliviar los síntomas
graves de la menopausia, pero en las últimas décadas no se ha aclarado cómo
afecta al cerebro --afirma la autora del estudio, la doctora Rachel Buckley,
del Departamento de Neurología del Hospital General de Massachusetts (MGH),
miembro fundador del sistema sanitario Mass General Brigham (Estados Unidos).
"Descubrimos que los niveles más altos de tau, una
proteína implicada en la enfermedad de Alzheimer, sólo se observaban en las
usuarias de terapia hormonal que declararon un largo retraso entre la edad de
inicio de la menopausia y el comienzo de la terapia hormonal --prosigue--. La
idea de que el depósito de tau pueda subyacer a la asociación entre la
intervención tardía de la terapia hormonal y la demencia de la enfermedad de
Alzheimer fue un hallazgo enorme, algo que no se había visto antes".
La menopausia prematura, definida como aquella que se
produce espontáneamente antes de los 40 años o debido a una intervención
quirúrgica antes de los 45, se ha asociado a un mayor riesgo de demencia por
EA.
La TH mejora muchos síntomas graves relacionados con la
menopausia y se ha planteado la hipótesis de que también previene el deterioro
cognitivo. Sin embargo, hace dos décadas, el estudio seminal Women's Health Initiative (WHI) descubrió que el uso de TH se asociaba con
una incidencia de demencia casi dos veces mayor en comparación con un placebo
entre las mujeres de 65 años o más, posiblemente debido al inicio de la TH muchos
años después del inicio de la menopausia.
Para comprender mejor estos hallazgos, Buckley y sus colegas
utilizaron neuroimágenes de tomografía por emisión de positrones (PET) para
estudiar cómo la presencia de dos proteínas implicadas en la demencia de la EA,
beta-amiloide y tau, se relacionaba con la edad en la menopausia y el uso de
TH.
Aunque estudios anteriores examinaron los síntomas de
deterioro cognitivo en mujeres menopáusicas, pocas investigaciones analizaron
los factores biológicos subyacentes a estos cambios, que pueden estar en juego
a la hora de determinar el riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer.
"Cuando se trata de terapia hormonal, el momento
oportuno lo es todo", dijo la coautora JoAnn
Manson, una de las investigadoras principales del WHI y jefa de la División
de Medicina Preventiva del Brigham and Women's Hospital, miembro fundador del sistema sanitario
Mass General Brigham.
"Nuestros hallazgos previos del WHI sugirieron que el
inicio de la TH temprano en la menopausia, en lugar del inicio tardío,
proporciona mejores resultados para la enfermedad cardíaca, la función
cognitiva y la mortalidad por todas las causas - y este estudio sugiere que lo
mismo es cierto para la deposición de tau", añade.
Los investigadores utilizaron datos del Wisconsin Registry for Alzheimer's
Prevention (WRAP), uno de los pocos estudios
longitudinales sobre la demencia de la EA que incluye información detallada
sobre la menopausia y el uso de TH, así como neuroimagen PET.
Analizaron los escáneres PET de 292 adultos sin deterioro
cognitivo para determinar los niveles de amiloide y tau en siete regiones del
cerebro. Tau, que se sabe que está presente en mayores cantidades en las
mujeres que en los hombres en estas regiones cerebrales, fue el objetivo principal
de la investigación, ya que su presencia puede ofrecer una visión de los
aspectos específicos del sexo en la demencia por EA y los riesgos que pueden
experimentar las mujeres posmenopáusicas, incluso antes de que comiencen a
mostrar síntomas de deterioro cognitivo.
Como era de esperar, las mujeres presentaban mayores niveles
de tau que los hombres de la misma edad, especialmente en los casos en que
también tenían beta-amiloide elevado. Pero los investigadores también
descubrieron que la asociación entre los niveles anormales de beta-amiloide y
tau era mucho mayor en las mujeres que tenían una menopausia más temprana,
incluso después de ajustar por causas conocidas de menopausia prematura, como
el tabaquismo y la ooforectomía, e incluso por factores genéticos de riesgo de
demencia por EA.
En particular, los niveles de tau eran elevados en las
regiones entorrinal y temporal inferior, que están situadas cerca del centro de
la memoria del cerebro y se sabe que intervienen en la progresión de la
demencia de la EA.
Dado que muchas mujeres que sufren menopausia prematura
consumen TH, los investigadores examinaron si su uso estaba asociado con
beta-amiloide y tau. Aunque confirmaron esta asociación, observaron que el
inicio tardío de la TH --cinco años o más después de la menopausia-- impulsaba
esta relación. Muchas mujeres del grupo de inicio tardío de la TH comenzaron a
utilizarla casi una década después de la menopausia.
En el futuro, los investigadores seguirán estudiando los
factores de riesgo específicos del sexo para la demencia de la EA mediante el
análisis de firmas biológicas, incluidas las hormonas sexuales, en el plasma
sanguíneo y en el cromosoma X.
También seguirán realizando esfuerzos para identificar los
factores de riesgo específicos del sexo para la demencia de la EA y trabajan en
comprender el papel único que desempeña la tau en las mujeres en comparación
con los hombres, su impacto en el cerebro y por qué la menopausia temprana y el
inicio tardío de la TH pueden estar asociados con un aumento de la tau, incluso
en mujeres cognitivamente sin problemas.
"Hasta un 10 por ciento de las mujeres experimentan una
menopausia prematura o temprana, y nuestros hallazgos sugieren que una edad más
temprana en la menopausia puede ser un factor de riesgo para la demencia por EA
--explica la primera autora Gillian Coughlan, del Departamento de Neurología del MGH--. La
terapia hormonal puede tener efectos negativos sobre la cognición, pero sólo si
se inicia varios años después de la edad de la menopausia".
Según destaca, "estos hallazgos observacionales apoyan
las directrices clínicas que establecen que la terapia hormonal debe
administrarse cerca del inicio de la menopausia, pero no varios años
después".