EUROPA
PRESS
8 septiembre
2023
Primer
paso para eliminar células senescentes en el Alzheimer
Científicos de la Facultad de Medicina
de la Universidad Wake Forest, en Estados Unidos, informan en la revista
'Nature Medicine' de los resultados de un ensayo de fase I que demuestra la
seguridad de un tratamiento diseñado para eliminar las células senescentes en
pacientes con Alzheimer.
Para encontrar tratamientos eficaces y ralentizar la
progresión de esta enfermedad debilitante, los investigadores han avanzado
mucho en el desarrollo de nuevos fármacos dirigidos contra las placas
beta-amiloides, una de las características distintivas de la enfermedad de
Alzheimer.
Las placas beta-amiloides son acumulaciones de fragmentos de
proteínas cerebrales que pueden afectar a la cognición. Sin embargo, los
fármacos recientes sólo han dado resultados modestos.
Las células senescentes son células viejas y enfermas que no
pueden repararse adecuadamente y no mueren cuando deberían. En su lugar,
funcionan de forma anómala y liberan sustancias que matan a las células sanas
circundantes y provocan inflamación. Con el tiempo, se acumulan en los tejidos
de todo el organismo y contribuyen al proceso de envejecimiento, al deterioro
neurocognitivo y al cáncer.
"En 2018, encontramos evidencia de células senescentes
en la enfermedad de Alzheimer humana --recuerda Miranda Orr, profesora asociada
de gerontología y medicina geriátrica en la Facultad de Medicina de la
Universidad Wake Forest. En modelos de ratón, también descubrimos que contribuyen
a la pérdida de células cerebrales, la inflamación y el deterioro de la
memoria".
Los investigadores reutilizaron un fármaco aprobado por la
Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos y diseñado para
eliminar las células cancerosas (dasatinib) en combinación con un flavonoide,
un antioxidante de origen vegetal (quercetina).
"Nuestras investigaciones anteriores han demostrado que
la combinación de estos dos fármacos actúa sobre las células senescentes y les
permite morir, señala Orr. Sabemos que eliminaron células cerebrales
senescentes en modelos de ratón de la enfermedad de Alzheimer, y ya se había
demostrado su seguridad en pacientes con otras dolencias".
Para el estudio actual, codirigido por la doctora Mitzi
Gonzales, del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas, el
equipo de investigación reclutó a cinco participantes mayores de 65 años con
síntomas de enfermedad de Alzheimer en fase inicial. Los participantes
recibieron dasatinib oral más quercetina durante dos días consecutivos,
seguidos de dos semanas sin fármacos. El ciclo se repitió seis veces durante un
total de 12 semanas.
"Nuestro objetivo principal era determinar si los
medicamentos penetraban en el sistema nervioso central, explica Orr. Recogimos
muestras del líquido cefalorraquídeo (LCR) de los pacientes antes de
administrar la primera dosis del medicamento y después de la última".
El equipo de investigación también recopiló datos sobre la
seguridad y eficacia de los dos fármacos mediante el seguimiento de los efectos
secundarios. Evaluaron biomarcadores de senescencia en el LCR y la sangre, así
como la cognición y las imágenes cerebrales de los pacientes antes del
tratamiento y después de completar el estudio de 12 semanas.
Descubrieron que tanto los niveles de dasatinib como los de
quercetina aumentaban en la sangre, y se detectó dasatinib en el LCR de cuatro
sujetos. La quercetina no se detectó en el LCR de ninguno de los participantes.
"También determinamos que el tratamiento era seguro,
factible y bien tolerado, destaca Orr. No hubo cambios significativos en la
función cerebral según lo determinado por la evaluación de la memoria y las
imágenes cerebrales para proporcionar evidencia adicional de que es una terapia
segura para evaluar más a fondo".
También observaron indicios de que la terapia combinada
eliminó el amiloide del cerebro y redujo la inflamación en la sangre. "Sin
embargo, no debemos sobreinterpretar estos resultados, indica. El número de
personas inscritas era reducido y no había un brazo placebo para comparar los
resultados".
Asimismo, hallaron un aumento de la inflamación en los
biomarcadores del LCR. Según Orr, una posible explicación es un aumento
transitorio de la inflamación cuando se eliminan las células senescentes. Este
aumento también podría ser un marcador de la muerte de las células senescentes
o podría indicar una inflamación asociada al tratamiento.
"Tendremos que vigilar esto de cerca en nuestro próximo
ensayo", señala Orr, cuya investigación sobre la senescencia celular
aparece actualmente en un número especial de 'National Geographic' centrado en
el envejecimiento.
"La investigación de la doctora Orr es fundamental en
este momento crucial de la investigación sobre el Alzheimer, en el que el foco
de atención se desplaza del amiloide y la tau, las características clásicas de
la enfermedad, hacia cómo la biología del envejecimiento subyace a la
enfermedad", afirma el doctor Howard Fillit, cofundador y director
científico de la Alzheimer's Drug Discovery Foundation (ADDF).
"El envejecimiento es el principal factor de riesgo del
Alzheimer, y es importante que se exploren nuevos enfoques para desarrollar
terapias, como los senolíticos, dirigidas al envejecimiento biológico, añade.
El Alzheimer es una enfermedad multifacética y, al igual que ocurre con el
cáncer, necesitaremos múltiples opciones de tratamiento que puedan combinarse y
personalizarse para mejorar las perspectivas de millones de pacientes con
Alzheimer".
El equipo de investigación de Orr está llevando a cabo un
ensayo clínico de fase II de 3 millones de dólares financiado por el ADDF para
comprobar los efectos de la eliminación de células senescentes con la terapia
combinada.
"Podemos avanzar con confianza con una población de
estudio mayor y un brazo placebo sabiendo que el tratamiento es seguro,
asegura. También esperamos saber más sobre cómo puede influir el tratamiento en
los biomarcadores de la enfermedad de Alzheimer".