EUROPA
PRESS
17 octubre
2023
Así
afecta emocionalmente a las mujeres el acné en la edad adulta
Una nueva investigación revela que el
acné influye significativamente en cómo se percibe a las personas en entornos
sociales. Los rostros con acné se perciben como menos atractivos, dignos de
confianza, seguros, exitosos, dominantes y felices, siendo el acné femenino
adulto el que tiene el efecto negativo más fuerte.
Esta investigación pionera, presentada en el Congreso 2023
de la Academia Europea de Dermatología y Venereología (EADV), ha evaluado el
efecto de distintas variantes anatómicas del acné en los patrones naturales de
la mirada y la percepción social.
Los investigadores siguieron los movimientos oculares de 245
participantes (edad media: 31,63 años) que observaron rostros neutros y
emocionales de mujeres con piel sin marcas y con variantes anatómicas del acné
clínicamente relevantes (las emociones incluían "alegría",
"enfado" y "neutralidad").
Las imágenes se valoraron según la alteración visual relacionada
con el acné, mientras que los rostros emocionales se valoraron según la
intensidad de la valencia. Por separado, se pidió a un grupo de 205 encuestados
en línea (edad media: 35,08 años) que valoraran los rasgos de personalidad de
los individuos representados en las imágenes.
La encuesta reveló que los rostros con acné se percibían
como significativamente menos atractivos, menos dignos de confianza, menos
exitosa, menos segura de sí misma y menos dominante.
En particular, los resultados mostraron que las mujeres
adultas con acné concentrado alrededor de la "zona U" (alrededor de
la mandíbula, la boca y la barbilla) recibían las puntuaciones más bajas en
cuanto a atractivo y se consideraban las más molestas visualmente. Los rostros
felices con acné femenino adulto también se calificaban como menos felices que
los rostros de piel sin acné.
En la última década, se ha producido un aumento del 10% en
el acné adulto entre las mujeres de todo el mundo, que suele afectar a la línea
de la mandíbula y la barbilla, pero puede aparecer en cualquier parte de la
cara.
En los adultos, se sabe que esta afección tiene graves
consecuencias, como un impacto psicológico, baja autoestima, aislamiento social
y depresión. Aunque la genética representa el factor de riesgo más destacado,
otras influencias como el estrés, las hormonas y la dieta pueden aumentar el
riesgo de que una persona desarrolle acné.
Numerosos estudios han demostrado anteriormente que la
percepción de características físicas peyorativas puede provocar malestar
social, como aislamiento social, mayor estrés biológico e incluso peor salud.
Se ha demostrado que el aspecto físico influye en la competitividad laboral y
determina si se contrata o no a un candidato.
En relación con las conclusiones del estudio, el doctor
Marek Jankowski, autor principal del mismo, afirma
que, tras más de una década de experiencia en este campo, ha observado
sistemáticamente que el acné en las mujeres adultas conlleva más problemas
sociales que en las adolescentes.
"Por tanto, los hallazgos reafirman esta afirmación,
subraya. Sin embargo, lo verdaderamente sorprendente fue que las imágenes que
mostraban acné generalizado, que cubría una zona más amplia con más lesiones,
recibieron valoraciones más positivas que las imágenes que mostraban acné
femenino adulto que se producía en la 'zona U'".
Según indica, "el tratamiento debe centrarse en mejorar
la calidad de vida de los pacientes, no sólo en reducir la superficie afectada
por el acné. Desgraciadamente, éste no es el objetivo actual del tratamiento
del acné, ya que las directrices terapéuticas siguen recomendando determinadas
modalidades de tratamiento basadas en el número de lesiones, independientemente
de su localización".
Además, añade que, "como era de esperar, las puntuaciones
de gravedad del acné no se correlacionan con las puntuaciones de calidad de
vida en pacientes con acné".
"Estos resultados ponen claramente de relieve la carga
emocional y psicológica que experimentan los individuos con acné",
concluye el doctor Jankowski.